Es profundamente preocupante que en pleno 2024 sigamos enfrentando casos de intoxicación por alcohol en menores de edad durante las festividades navideñas en la República Dominicana.
Los recientes informes, que registran 21 menores intoxicados, son un reflejo de una falla grave en nuestra sociedad: la irresponsabilidad de los adultos y la falta de control en la venta y consumo de bebidas alcohólicas.
¿Cómo es posible que, año tras año, se permita que niños y adolescentes tengan acceso al alcohol? Esto no solo compromete su salud inmediata, sino que también puede dejar secuelas irreparables en sus vidas.
Las festividades no deben ser una excusa para la negligencia, y menos aún cuando hablamos de proteger a los más vulnerables. El Ministerio Público debe tomar medidas contundentes contra los responsables, ya sean padres, tutores o establecimientos que faciliten estas intoxicaciones. No podemos normalizar este tipo de situaciones.
Es hora de priorizar la educación y reforzar la supervisión para que estas cifras no sigan siendo parte de nuestras “tradiciones” navideñas.