Por lo visto, no hay una sola cosa que la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, pueda hacer sin que sus opositores le busquen un pero.
Luego de semanas cuestionándola por su negativa a ampliar el horario de “bebentina” durante las Navidades, el martes se anunció el levantamiento de las medidas del 15 de diciembre al 3 de enero.
Ahora los críticos se agarran de que no se permite que los colmadones se queden abiertos sino los centros nocturnos autorizados.
¿A dónde llegará esta locura?