El solo hecho de sugerir hacer cambios en el estilo de vida puede causar estrés, pero no tanto como el que provoca tener que lidiar con una enfermedad tan compleja como el cáncer, que en ocasiones se puede prevenir.
Hace unos días el doctor Jon Ebbert, internista de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, y director médico del Centro de Adicción a la Nicotina, abordó el tema:
“Los cambios en el estilo de vida que la gente puede hacer para prevenir el cáncer”, por lo que compartimos algunas de las orientaciones que compartió durante un encuentro virtual con la prensa internacional.
El tabaco, el alcohol y la obesidad
El especialista indicó que tanto el consumo de tabaco como la obesidad aumentan la posibilidad de padecer cánceres en un 20%, mientras que el alcohol un 6%, por lo que su recomendación es que, si pueden bajar de peso, dejar de fumar y de beber, que lo hagan ya que reduce significativamente el riesgo de cualquier tipo de cáncer.
Aunque reconoce que “para alguien que está luchando con una adicción, ese tipo de decisiones son muy difíciles de hacer para los pacientes y a veces porque necesitan tratarse”.
Advirtió que la obesidad está asociada con el cáncer de mama, de colon, renal pancreático, hepático y uterino, mientras que el consumo de alcohol se relaciona con el de cabeza, cuello y hígado.
Mientras que fumar se relaciona con el cáncer de pulmón, boca, garganta, laringe, páncreas, vejiga, cuello del útero y riñón, incluso inhalar humo de segunda mano podría aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.
Además, hay que tomar en cuenta que no solo fumar, sino también que masticar tabaco está vinculado con el cáncer de boca, garganta y páncreas.
La salud mental y su supuesto vínculo con el cáncer
A pesar de la firme creencia de que existe una relación entre estado emocional y mental con el cáncer, el doctor Jon Ebbert, aclaró que no hay evidencia científica que avale esto, incluso el supuesto de que una vida sin estrés o mente positiva sea parte de las medidas preventivas en contra del cáncer, aunque ambas pueden ser útiles para hacer los cambios en la rutina de vida para reducir los riesgos.
Ejercicios y alimentación adecuada
Para el doctor, quien cuenta con una vasta experiencia en la prevención del cáncer y la promoción de estilos de vida saludables, guiarnos por rutinas saludables mejora el pronóstico de nuestra salud, a nivel general, incluyendo los factores de riesgo de cánceres a futuro, pero no es una garantía al 100%.
En cuanto a la alimentación tiene relevancia el consumo de frutas y verduras, granos, cereales y alimentos magros; mientras se deben limitar los azúcares refinados, las grasas de origen animal y las carnes procesadas, ya que pueden aumentar levemente el riesgo de ciertos tipos de cánceres.
De igual manera los ejercicios además de ayudar a mantener el peso ideal, puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de colon.