La presentación de los avances en la reforma del Código de Trabajo por parte del presidente Luis Abinader marca un hito importante en la modernización de las relaciones laborales en la República Dominicana. Esta iniciativa, largamente esperada, tiene el potencial de transformar significativamente el panorama laboral del país.
La inclusión del teletrabajo y la mejora de las condiciones para trabajadores domésticos son pasos positivos hacia la adaptación a las realidades del siglo XXI. Asimismo, el aumento de la licencia de paternidad refleja un avance en la equidad de género y el reconocimiento de la importancia de la participación paterna en la crianza.
Sin embargo, estas reformas, como ha ocurrido antes, no deben quedarse en propuestas y deben ser implementadas de forma efectiva. Hay que vigilar que los cambios propuestos se traduzcan en mejoras reales para los trabajadores y empleadores. El proceso de diálogo utilizado para desarrollar estas propuestas es encomiable, pero ahora el desafío radica en mantener este espíritu de colaboración durante el proceso legislativo y la posterior implementación.