La República Dominicana tiene una historia de solidaridad muy estrecha con Venezuela, de eso no hay duda alguna.
Durante la dictadura de Trujillo y los gobiernos arbitrarios de Balaguer, los dominicanos contaron con la tierra de Bolívar como un apoyo innegociable.
Por eso, la posición del presidente Luis Abinader ante la crisis que actualmente viven los venezolanos no puede ser más correcta.
“Expreso mi profunda preocupación por el proceso electoral en Venezuela, pues la transparencia debe ser la base de su legitimidad. Las reglas electorales no se pueden aplicar a discreción. Un recuento de las actas con verificación internacional es indispensable para reconocer el resultado”, escribió Abinader en sus redes sociales, manteniendo una firme posición dominicana que en la previa provocó que el gobierno venezolano acusara al país, junto a otras ocho naciones, de tratar de intervenir en sus elecciones.
El movimiento podrá no ser tan diplomático como regularmente sucede, pero sí es una señal clara de un compromiso inquebrantable con la democracia.
El presidente dominicano se ganó un buen punto.