Pareciera ser que el todo de la vida se divide entre la juventud, símbolo de todo lo bueno, y la vejez que representa la llegada de todas las amenazas, físicas y emocionales.
Sin embargo, la realidad es más que esto, porque muchas veces al envejecer sólo llega la factura de la forma en que nos administramos en la primera y segunda etapa de la vida.
A propósito del tema, pero enfocado al aumento de peso en las mujeres al llegar a la menopausia, se llevó a cabo el conversatorio “Las mujeres, envejecimiento y aumento de peso”, con la doctora Daniela Hurtado Andrade, endocrinóloga, experta en obesidad y enfocada en mujeres que tienen un alto riesgo cardiovascular.
“La ganancia de peso es algo que le sucede a la mayor parte de la gente, seamos mujeres o hombres. Si nosotros queremos evitar la ganancia de peso mientras envejecemos, tenemos que hacer cambios desde la edad adulta joven, estamos hablando, quizás entre los 35 y 40 años”, indicó Hurtado Andrade durante el encuentro virtual.
Es decir, hay que trabajar para mantener el peso o llevarlo al ideal, a través de una reducción de consumo de calorías y hacer ejercicio, porque llegada la menopausia ocurren cambios que nos predisponen a ganar peso.
La doctora hizo mención de estudios que recomiendan un consumo de entre 400 y 1,500 calorías al día para las mujeres en la menopausia temprana, ya que puede ayudar a mantener el peso.
“Mientras envejecemos también perdemos masa muscular y eso también ocurre a través de la menopausia, que se exacerba un poco por los cambios hormonales y una de las formas de prevenir la pérdida de masa muscular es asegurarnos de estar comiendo una cantidad adecuada de proteína”, advirtió la endocrinóloga.
¿Qué tanto se puede aumentar al envejecer?
La doctora Daniela Hurtado Andrade respondió que la composición corporal va a cambiar a partir de los 30 años. A esa edad se comienza a perder masa muscular, afectando el metabolismo.
- “Cuando una mujer atraviesa la menopausia, la pérdida de estrógeno va a exacerbar la pérdida de masa muscular y a cambiar la distribución de la grasa corporal. El estrógeno ayuda a estimular la deposición de la grasa en las caderas, que es la distribución clásica de las mujeres; una vez que perdemos el estrógeno, la grasa deja de depositarse en las caderas y comienza a colocarse en el abdomen”, expresó.
El galeno indica también que, en ciertas ocasiones, ve pacientes que llegan a él a través de la menopausia y sienten que han ganado 20 y 30 libras en un período de dos tres años y no necesariamente tienen los requerimientos para considerar estas medicaciones.
La conclusión del conversatorio indica que sí hay una predisposición a aumentar de peso a medida que pasamos los 30 años, pero en esa etapa se pueden tomar medidas para controlar su desarrollo, a través de la alimentación y la actividad física.