Las empresas dominicanas que exportan cacao hacia la Unión Europea han trabajado en el registro y ubicación satelital de las fincas con las que se suplen, con miras a estar listas para la entrada en vigor del Reglamento UE 2023/1115, que restringiría la entrada a este y otros seis frutos que carezcan de medios para demostrar que han sido producidos en tierras libres de deforestación.
“Casi todos los exportadores dominicanos estaban avisados y se han puesto a hacer ese trabajo con sus suplidores, de tal manera que, posiblemente, si no han terminado, van a estar bastante avanzados de aquí a diciembre”, aseguró el presidente de la Confederación Nacional de Cacaocultores (Conacado), Isidoro de la Rosa.
Todos los operadores comerciales tendrán hasta el 30 de diciembre del 2024 para agotar estrategias de geolocalización, trazabilidad del fruto y registro de los productores, necesarios para evidenciar si la materia prima del chocolate se ha obtenido bajo prácticas sostenibles.
Es sobre ellos que recaerá “el peso del reglamento”, ya que deben presentar todas estas informaciones bajo una declaración de diligencia debida, precisa el jefe comercial de la misión de la Unión Europea en el país, Luis Araque de Juan, quien considera que hay que estar “optimistas” de que el sector cacaotero estará listo para esa fecha.
Con estas nuevas reglas, el conglomerado europeo busca comprometerse a reducir la deforestación de los bosques producto de la agropecuaria intensiva, lo que ha planteado un nuevo reto para el comercio internacional, que busca cómo cumplir con estos nuevos requisitos.
La República Dominicana cuenta con unas 40 empresas exportadoras de cacao.
Estas compañías han sido clave para el envío de poco más de 43,000 toneladas de cacao hacia la Unión Europea en lo que va de este 2024, una cantidad que Conacado afirma ha podido exportarse sin mayores inconvenientes y de manera más ágil, dada la alta demanda del cacao en el mundo.
Cómo va a funcionar
El artículo 3 del Reglamento 1115 establece que “no se introducirán en el mercado, comercializarán ni exportarán” materias primas y derivados de cacao, café, ganado bovino, palma aceitera, caucho, soya y madera.
Esto, a menos que demuestren estar libres de deforestación, que hayan sido producidos con la legislación pertinente del país de origen y que estén amparados por una declaración de diligencia debida.
Con esta normativa, la Unión Europea busca elevar los estándares comerciales conforme a los compromisos medioambientales asumidos, estudiando el cumplimiento del reglamento caso por caso.
“Nunca va a haber una prohibición de un producto a un país; (…). No estamos hablando de una declaración país ni de (exigir) un certificado que sirva para todo. Esto funcionará envío por envío, finca por finca”, insistió Araque.
Antes de introducir cualquiera de estos rubros al mercado, los operadores deberán ejercer la diligencia debida con todos los productos pertinentes que le suministre cada proveedor.
El artículo 9 del Reglamento UE 2023/1115 establece que los requisitos de información para la diligencia debida deberán incluir:
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Descripción de los productos (incluido nombre comercial, tipo de producto, nombre común y nombre científico, materias primas y productos usados para su elaboración
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Cantidad de productos pertinentes, expresados en kilogramos de masa neta
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País de producción del producto y zona específica en la que fue producido
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La geolocalización de todas las parcelas de terreno (tanto del producto como de dónde fueron producidos sus derivados), junto a la fecha de producción o su intervalo temporal
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Nombre, dirección postal y dirección de correo electrónico de la empresa o persona que haya suministrado el producto pertinente
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Nombre, dirección postal y correo electrónico de cualquier empresa, operador o comerciante que los haya suministrado
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Información concluyente y verificable de que los productos están libres de deforestación y que los rubros se han producido conforme a la legislación del país de producción
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Evaluación de riesgo del producto
La ventaja del cacao dominicano
Se considerarán “libres de deforestación” todas las tierras que no hayan sido depredadas por la actividad humana después del 31 de diciembre del 2020, lo que podría suponer una ventaja para el cacao dominicano, un rubro tradicionalmente sembrado bajo la sombra de otros árboles.
“Por suerte, el cacao dominicano se produce bajo sistema agroforestal; es parte del bosque. Esto reduce los riesgos que pueda tener, y estamos entre los países de menor riesgo”, manifestó, tras agregar que por eso cree que el sector cacaotero podrá seguir exportando sin problemas después del 2025.
Contar con el listado de los productores que han aportado la materia prima en cada contenedor es, junto a la georreferenciación, algunas de las vías en que las empresas podrán evaluar el nivel de riesgo de su mercancía. “Si no hay problemas, pasa. Si hay problemas, se detiene”, acotó.
Araque confirmó que la toma de imágenes satelitales (y su comparación en el tiempo) también sería un recurso válido para sustentar que las plantaciones de cacao dominicano están libres de degradación forestal.
El reglamento insta a los operadores a asegurarse de que sus mercancías mitiguen el riesgo de ser detenidas en los puertos europeos, tanto a través de la solicitud de información adicional, como a través de la ejecución de estudios o auditorías independientes.
La evaluación de riesgo deberá ser revisada cada año, y el registro de las declaraciones de diligencia debida debe ser mantenido durante cinco años a partir de la fecha de su presentación a los sistemas de información europeos, una medida que aplica tanto para los grandes operadores como para las pymes.
Recientemente, el Ministerio de Agricultura lanzó el Registro Nacional de Productores y Unidades de Producción Agropecuaria Georreferenciado (Renagro), un programa que busca identificar alrededor de 1,035 áreas agropecuarias y a sus productores, a fin de levantar información pertinente sobre sus cultivos y utilizar esta información para un mejor diseño de sus políticas públicas.Miguel Ángel Rodríguez, director del departamento de Asociatividad y Gestión Organizativa del Ministerio de Agricultura, manifestó a Diario Libre que la institución trabaja en el desarrollo de una plataforma de datos robusta que indique dónde se produce un cultivo, quiénes son los que lo producen, así como información individual sobre cada uno de los agricultores.Explicó que el cumplimiento con las nuevas exigencias del comercio internacional –como es el caso de la Unión Europea y sus nuevas normativas–han sido parte de las razones que han motivado a la creación de esta iniciativa.