Antonio Taveras se reeligió como senador en la provincia Santo Domingo en mayo pasado, en la boleta del Partido Revolucionario Moderno, al recibir 474,404 votos, un total tan importante que su equipo de prensa se encargó de difundir que este total superaba los votos de Abel Martínez, como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana.
Un desempeño como ese, parece que entendió Taveras, le merecía un puesto de importancia en el Senado de la República, como el del presidente de la Cámara Alta, pero parece que esa idea no cayó muy bien a lo interno del PRM.
De ahí que Taveras ha estado algo distante en las últimas semanas en el Senado, como se vio en las votaciones por el Código Penal, en el que quedó registrado como ausente a pesar de haber sido un abanderado de las tres causales, las cuales quedaron excluidas en la aprobación de dicho proyecto.
Suena que Taveras se ha calentado en su casa por el tiempo que dedica a la política y las cosas con las que ha tenido que lidiar.
Más aún, que el senador de la provincia más populosa del país está tan molesto que podría alejarse del trajín político.