La noticia se difundió por los canales correspondientes. Arribaba Beryl y la gente se percataba de la enorme función de los medios.
El huracán había sido catalogado de categoría 5 por lo que mucha gente se atemorizó. Las multitudes nacionales se prepararon para recibir una enorme cantidad de lluvia.
Con su nombre extraño, Beryl trajo mucha agua e hizo que mucha gente saliera de sus casas. Otras permanecieron alertas porque como dijo el señor presidente: de lo que se trataba era de salvar vidas. De ahí su reunión con los organismos de emergencia antes de atender a otras obligaciones.
Un detalle interesante es que las autoridades hablaban de olas de 15 pies de alto cuando lo clásico es que estas sean de 12 pies. Pero lo cierto es que la gente estaba atenta y mucha lluvia ocurrió. Hubo gente afectada.
Estaba en mi mente el huracán Otis que hizo estragos en México (según cifras oficiales 187 mil desplazados). También pululaba en mi memoria el huracán María que devastó la vecina isla de Puerto Rico, Dominica y las Islas Vírgenes en el 2017.
En el caso de Puerto Rico muchos recordaron el huracán San Ciriaco de 1899 porque los registros históricos hablan de su gran poder destructor.
Historiadores dominicanos han hecho el inventario de los huracanes que nos han azotado. Se recuerda el temible ciclón San Zenón y el mortífero David.
El huracán San Zenón fue sumamente devastador y de ahí que fuera considerado «la madre de las tormentas». La ciudad fue destruida y Trujillo fue aplaudido cuando la reconstruyó poco a poco.
Dos tormentas importantes que todo el mundo recuerda fueron Flora y Federico, las que hicieron estragos por la gran cantidad de lluvia, lo mismo que ocurrió con el fatídico Georges.
Ya habían destacado las noticias que está temporada ciclónica sería muy movida. Queda evidenciado por lo que ocurrió que las lluvias son bastante peligrosas, algo que ya sabían los taínos.
Los arcaicos habitantes de la isla nos dejaron la palabra huracán, la que es equivalente a la que los griegos usaban y aún se usa en el otro lado del mundo: tifones.
Como saben los viajeros en el Malecón de Puerto Plata hay una estatua que vigila: se trata de Neptuno, el dios de los mares y océanos.
Veamos otros temas. Otra noticia que rondaba en el ambiente de esta misma semana era la Copa América con sus estruendos y sorpresas. Confieso aquí que escuché la transmisión radial de un partido pero solo un poco: unos cuantos minutos (media hora a lo sumo).
Me quedaba en la memoria que en otras Copa América no se había hecho tanto estruendo mediático: más gente al parecer está entusiasmada con estos eventos en un mundo que del otro lado se debate entre guerras y amenazas.
El narrador anunciaba el gol de Uruguay y el triunfo de Panamá en un evento que captó la atención de mucha gente. La pregunta caía como de cajón: valdría la pena seguir esta narrativa antes que poner algo de Robert Smith? Sería necesario entender la efectividad de un gol o una jugada milimétrica en el área?
Todos esperamos los Juegos Olímpicos y algunos lo hacen desde una óptica bastante crítica. Otros hacen un análisis profundo: el escenario futuro de jugadores y atletas genéticamente modificados que harían las competencias algo más increíble pero más de cartón: una persona que corra 100 metros en seis segundos sería algo digno de cartografiar en una película y según algunos este escenario es posible.
Creo que fue David Ortiz o Pedro Martínez los que hablaron de la necesidad de un enorme estadio en el país. Otros han detectado que así como queremos uno de béisbol el tiempo demanda un enorme estadio de fútbol: el deporte del balompié crece poco a poco en el país.
Ya se demostraban en la memoria las frases de Biden y de Trump en un debate que también confieso vi en diferido. Las críticas a Trump y Biden no se hicieron esperar.
No maquinaríamos alguna frase para destacar algo que caería en manos de Maureen Dowd en su justo momento.
Debemos destacar que la columnista del New York Times era muy admirada por el mexicano Carlos Fuentes, autor de La región más transparente. Es cierto también que el enfoque de Maureen tiene que ver con un aspecto nodal sobre cómo se piensa en lo norteamericano y ver lo que ocurre en su cabeza es cita obligada.
Lo mismo que le ocurre a Thomas L. Friedman, Maureen es lectura obligada en muchos centros de pensamiento. Lo que ocurrirá en noviembre puede estar dibujado en la mentalidad de algunos influencers crealo usted.
Friedman citaba a un amigo escritor de origen ruso pero que habita en Washington para quien lo que ocurre en Ucrania deja a Putin con dos planes: uno de ellos consiste en tomar una ciudad y mostrarla al pueblo ruso como una victoria.
Espío una cuenta donde se hace una alta crítica a los demócratas en un plano humorístico: alguien podría decirme que la sociedad norteamericana (y así lo demuestran las encuestas) está enormemente dividida.
He verificado un fenómeno que ya otros han estudiado: la inmediatez y la fugacidad de la realidad contemporánea. Mucha gente se da cuenta que algunos misterios los llevan a formar una mentalidad conspiranóica como queda evidenciado en numerosos vídeos de Tik Tok. Habrá mucho escenario para la discusión de sociólogos contemporáneos.
Era cierto que el juego de voleibol de las dominicanas había captado mucha atención. Pero el huracán vino a desplazar esta noticia por su efecto de lentitud: se avisa un fenómeno atmosférico y uno mira cómo se preparan en las islas.
Dije más arriba algo bastante importante: la transmisión por la radio argentina de los partidos de la Copa América que decía un articulista extranjero no lograba entusiasmar tanto como un partido de la Copa del Mundo.
Es increíble la vida de los comentaristas: como hubiera dicho el poeta: son individuos unos con el mundo que los rodea, esta vez el misterio del pie y de balón.
Lo que quiero destacar es el asunto de la radio nacional donde no tenemos trasmisiones sino del béisbol. Oh lejana memoria cuando escuchábamos las narraciones con muchos entendidos.
En los ochentas bien tempranos nos levantábamos con la voz en la radio de Jorgito Bournigal. Eran otros tiempos: ahora cazamos canciones en una asistente con inteligencia para que nos ponga algo de Robert Smith.
Beryl vino a inicio de julio y nos mantuvo alerta porque las lluvias hacen desastres. Algunos me responderán que desastre fue el debate entre Trump y Biden, algo que inmediatamente generó mucha atención en las redes.
El huracán San Ciriaco causó al menos 3369 muertes en la isla de Puerto Rico.