En los últimos dos años, las lluvias nos han demostrado las debilidades que tiene la ciudad de Santo Domingo como capital de la República Dominicana.
Las inundaciones de noviembre del 2022 y 2023 desnudaron el inexistente sistema de drenaje pluvial y los riesgos que enfrentan todos los ciudadanos de la Primada de América cada vez que se nubla.
Las promesas siguen y con el tiempo se han quedado en eso, mientras la semana pasada un aguacero de un par de horas dejó una yipeta “ahogada” en plena avenida Winston Churchill, a pesar de los múltiples anuncios que se han hecho sobre el drenaje.
Parecería que solo hablamos del sistema de alcantarillado cuando hay crisis, y luego que sale el sol continuamos como si nada hubiera pasado.
Con la temporada ciclónica prometiendo una enorme cantidad de tormentas este año, combinado con los efectos de El Niño, sería justo prestarle un poco de atención al tema, antes de que volvamos a “ahogarnos”.
¿O es que seguiremos sin poner candado para que nos sigan robando una y otra vez? En algún momento debemos aprender.