Iberia, líneas aéreas de España de renombre mundial, está en franco declive por lo menos en lo que respecta a su destino dominicano. Otrora conocida por su profesionalidad, buen servicio y excelente reputación, hoy defrauda a muchos.
En los últimos meses, pasajeros habituales de Iberia han enfrentado situaciones lamentables e irritantes. Luego de haber pagado sus billetes, con frecuencia comprados con meses de anticipación, la aerolínea cambia el equipo por otros de categoría inferior pertenecientes a otras empresas.
Mas afectados resultan quienes pagamos clase business debido a la diferencia en la configuración de la cabina, con asientos propios de vuelos chárteres de bajo costo. En algunos de los aparatos ni siquiera opera la clase ejecutiva o el número de asientos alegadamente premium es reducido por lo que el viajero debe elegir entre una compensación económica u otro vuelo de fecha incierta.
Mi esposo y yo compramos tickets para viajar de Santo Domingo/Madrid/Paris por Iberia, vuelos IB6500/IB6501 clase ejecutiva. Al momento de seleccionar asientos en línea -porque no hay forma de comunicarse con personal alguno de Iberia– salió un aviso informando que los servicios serían ofrecidos por Iberia, pero con equipos de otra aerolínea. En este caso Wamos Air, una línea que opera vuelos chárteres y se promueve por su bajo costo, obviamente inferior en precio al que pagamos a Iberia.
Debimos pagar aproximadamente 200 dólares adicionales para garantizar asientos numerados. Y pese a esa erogación adicional, nos comunicaron que los asientos asignados y ya pagados iban a ser redistribuidos por problemas operativos, con el resultado de que parejas como nosotros quedasen separadas.
Entre otras deficiencias de primer orden podemos enumerar la falta de seguridad y comodidad de los asientos en la supuesta clase business, ausencia de wi-fi, limitada selección de canales (el de música inexistente), auriculares antiguos, algunos remendados con cinta adhesiva.
Resalto que un niño a bordo se indispuso y al momento de buscar alcohol en el botiquín de primeros auxilios se descubrió que no tenían.
Pasajeros en business con pre-selección de platos veganos se quejaron de la pobreza del menú de Wamos, circunscrito a una pasta industrial abominable con salsa de tomate enlatada.
En otro vuelo en esa misma ruta, un pariente me relató sus peripecias. El sistema de entretenimiento no funcionaba. Le dijo al sobrecargo que eso era inaceptable en un vuelo tan largo y este simplemente se encogió de hombros sin mayores explicaciones. En este caso, el cambio de avión lo hicieron sin aviso previo y los pasajeros se enteraron al momento de abordar después de que los transportaran como sardinas en lata a un autobús. Los viajeros estaban indignados, particularmente los que habían pagado asientos en clase business.
El día de nuestro regreso a Santo Domingo en la pista del aeropuerto de Barajas, de doce aviones en posición de despegue solo uno era de Wamos Air, justo el de nuestra ruta Madrid/ Santo Domingo. ¿Casualidad o no?
Cabe destacar que el personal de servicio en Wamos Air se esfuerza en brindar atención de primera, pero eso no compensa las graves faltas de Iberia, su irresponsabilidad e irrespeto con una ruta a Dominicana que le ha sido tan fiel durante tantos años. Sin mencionar la suerte de subsidio que recibe del Ministerio de Turismo. b