La vida de Skarle Mujica Zapata cambió el pasado fin de semana, cuando arrolló a Julio César de la Rosa Peralta y abandonó el lugar del suceso.
A pesar de que todo indicaba que se trataba de un terrible accidente de tránsito, que le arrebató la vida a un joven de apenas 32 años, su errada decisión de no detenerse y reportar el hecho dos días más tarde, empeoró el panorama para Mujica, que emigró de su atribulado país hace unos años para escapar de la crisis social, política y económica que ha sacado de Venezuela a millones de sus ciudadanos que hoy se encuentran repartidos por todas partes del mundo.
Originalmente, el Ministerio Público solicitó prisión preventiva como medida de coerción y los familiares de la víctima apoyaban esa petición inicial.
Pero ayer se conocieron finalmente las medidas de coerción contra Mujica y se le fijó una fianza de un millón de pesos, con presentación periódica ante la fiscalía y la retención de su pasaporte.
Nuevamente sale a relucir la necesidad de mejorar la educación vial y de tratar de cambiar la horrenda realidad de las miles de fatalidades anuales en nuestras carreteras.