El cierre del Teleférico de Puerto Plata ha provocado opiniones a favor y en contra de la medida dispuesta por las autoridades, que tienen como propósito iniciar un proceso de renovación del medio de transporte construido en 1975.
Mitchell Musa, representante local de la aerolínea canadiense Air Transat, dijo que este sorpresivo cierre del teleférico, sin previo aviso, afecta a grupos de turoperadores que han adquirido decenas de cintillos (entradas).
Detalló el significativo impacto económico que esta decisión tiene para el sector que representa.
Musa especificó que la última compra de su compañía superó los mil boletos, mientras que otros proveedores, como los operadores de cruceros y Go Caribic, tenían en su posesión hasta cuatro mil entradas.
Cada cintillo tienen un costo de US$10 para adultos y US$5 para niños.
El también expresidente de la Asociación Dominicana de Touroperadores Receptivos de Turismo (Opetur) insistió en la necesidad de que la administración del teleférico reembolse el dinero pagado por adelantado.
Muchos entienden en Puerto Plata que el objetivo de este cierre es privatizar.
A favor
Por otra parte César José de los Santos, presidente de la Asociación de Hoteles y Condominios de Playa Dorada, se mostró a favor de los cambios en el sistema de transporte turístico, debido a la longevidad del mismo. Considera se hace necesaria la modernización del fonicular.
La gobernadora provincial, Claritza Rochette Senior, buscando calmar críticas de diferentes latitudes, ha salido al frente.
La representante del Poder Ejecutivo garantizó en una reunión a los vendedores que hacen vida comercial en los alrededores de la atracción turística, que no será privatizado luego de su remodelación.
Tras el encuentro, los comerciantes se expresaron a favor del proyecto
«Hay ciertas decisiones que se tomarán para evitar que zozobremos como comerciantes, y que se darán a comer más adelante», declaró Vladimir Santana, presidente de la agrupación.