El Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó este jueves a Estados Unidos a mantener políticas comerciales abiertas, después de la reciente subida de aranceles que el Gobierno de Joe Biden implementó sobre productos chinos y que podría aumentar las fricciones entre las dos potencias.
«Con respecto a los aranceles, nuestra opinión es que Estados Unidos estaría mejor si mantuviera políticas comerciales abiertas, que han sido vitales para su desempeño económico», afirmó en una conferencia de prensa la portavoz del Fondo, Julie Kozack.
Biden anunció este martes nuevos aranceles por valor de 18,000 millones de dólares a las importaciones de productos de China, siendo los más castigados los vehículos eléctricos con gravámenes que pasan del 25 % al 100 %.
«Alentamos a Estados Unidos y China a trabajar juntos hacia una solución que aborde las preocupaciones subyacentes que han exacerbado las tensiones comerciales entre los dos países y, en términos más generales, instamos a todos los países a trabajar dentro del marco multilateral para resolver sus diferencias», afirmó Kozack.
El FMI, recordó, apoya «un sistema comercial abierto y basado en reglas», que ha sido «fundamental para el crecimiento económico y la estabilidad durante las últimas décadas».
Sin embargo, es «importante reconocer que no todas las comunidades y personas se han beneficiado por igual de una economía global integrada» y «prestar mayor atención para garantizar que los beneficios del comercio se compartan de manera más equitativa entre las sociedades», sostuvo Kozack sin definir a qué países se refiere.
Aumentan las restricciones comerciales
La portavoz del Fondo recordó que en los últimos años se ha producido un notable aumento de las restricciones comerciales, 3,000 en 2023 frente a las 1,000 documentadas en 2019, una situación que puede «fragmentar la economía global y las cadenas de suministros y desencadenar acciones de represalia».
«Una fragmentación de este tipo puede resultar muy costosa para la economía global«, advirtió, con pérdidas globales de entre el 0.2 % del PIB mundial hasta el 7 %, según cálculos del FMI.