El tema se ha convertido en una especie de “relajo” en el país. Son figuras reconocidas, que todo el mundo sabe a qué se dedican y el modus operandi que aplican día tras día.
Llegan a las discotecas con bultos cargados de fajos de dinero y gastan exorbitantes sumas como si se trataran de celebridades.
Las estafas electrónicas que se aplican diariamente en la República Dominicana afectan la reputación y la seguridad del país.
El chiste de los “chiperos”, esos individuos que se dedican a hacer estafas electrónicas, clonación de tarjetas de crédito y débito afectan… y mucho.
Recientemente, el gobierno de Estados Unidos desarticuló una banda que operaba desde territorio dominicano, engañando personas entradas en edad con fraudes que también involucraban personas en territorio estadounidense.
Las autoridades dominicanas no dan abasto, solo hay que ver la cantidad de querellas se depositan diariamente en la Dirección de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, ni hablar los recursos que emplean las instituciones financieras para luchar contra clonadores y demás.
¿En qué momento se le pondrá el cascabel al gato?