Tanto o más que un sindicato, la ADP es un poder económico. Se nutre básicamente de los descuentos que por nómina hace Educación a los docentes. La ADP tiene en certificados financieros 750 millones de pesos más 159 en cuentas corrientes. En intereses por esas inversiones financieras acumula 250 más y en intereses de los certificados 250 más.
¿Quién decide esas inversiones y qué uso se les da a esas riquezas? Por lo pronto tienen una buena caja para agitar y promover huelgas.