La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, apuntó este martes que la posibilidad de que su institución venda oro para afrontar emergencias «está sobre la mesa», aunque no hay consenso al respecto.
«Es un tema sobre el que algunos de nuestros miembros creen firmemente que vender oro es realmente el último recurso en caso de una emergencia imprevista. Hay muchos que dicen ‘vendamos oro‘ y algunos otros que dicen ‘esperemos un minuto, no nos precipitemos'», dijo en un encuentro en el Centro para el Desarrollo Global.
Georgieva apuntó que la conversación al respecto es constructiva y que la posibilidad de proceder a esas ventas «está sobre la mesa».
El FMI recuerda en su página web que es uno de los mayores tenedores de oro del mundo: mantiene unos 90.5 millones de onzas (o 2.814.1 toneladas métricas) en depositarías designadas.
La organización, con sede en Washington, no tiene potestad para comprar oro ni participar en transacciones con oro, tales como préstamos o arrendamientos, pero puede vender oro directamente a los precios vigentes en el mercado y aceptar oro de países miembros que reembolsan préstamos.
Esas operaciones deben ser aprobadas mediante una mayoría del 85 % del número total de votos de su Directorio Ejecutivo.
Experiencias anteriores
El FMI ya ha devuelto oro a los países miembros o ha vendido parte de sus tenencias en el pasado.
Por ejemplo, según destaca su web, su Directorio Ejecutivo autorizó en 1999 operaciones de venta de oro fuera del mercado para ayudar a financiar la participación del FMI en la Iniciativa para el Alivio de la Deuda de los Países Pobres Muy Endeudados (PPME).
Vendió entonces 12.94 millones de onzas de oro en transacciones con Brasil y México.
O en 2009, entre otros, aprobó la venta de 12.97 millones de onzas, que en ese momento representaban una octava parte de sus tenencias totales de oro, en el marco de un nuevo modelo de ingresos para situar sus finanzas en una senda segura a largo plazo e incrementar los préstamos con intereses bajos o nulos a países de ingreso bajo.