En las Obras completas de E.O. Garrido Puello que la Sociedad Dominicana de Bibliófilos acaba de dar la estampa, Garrido Puello nos hace una historia del suroeste de la República Dominicana de los albores del siglo XX; de su cultura, de sus escritores, sus políticos y sus “generales” colocando en el lugar que le correspondía a la soslayada región occidental dominicana y particularmente a su natal San Juan de la Maguana.
“Badín”, como le llamaban amigos y familiares a E. O. Garrido Puello, se empecinó en que su obra contribuyera que tanto su natal San Juan de la Maguana como la región occidental dominicana, no fueran, ¡el secreto mejor guardado del país! Espejo del pasado lo escribí, dice, “animado del propósito de conservar para las nuevas generaciones una imagen del San Juan de la Maguana de mi niñez y juventud, cuando la pujante ciudad de hoy era sólo una humilde aldea apretada entre ríos, sabanas y animales”.
Don Badín, sin pretensión alguna, viene a ser en República Dominicana uno de los pioneros de lo que los franceses llaman la petite histoire que en los años 1920, Lucien Febvre y Marc Bloch, siguiendo al autor de la historia anecdótica de la Revolución francesa G. Lenotre [Louis Léon Théodore Gosselin], crearon l’École des annales. De esta escuela destacan de Fernand Brodel su voluminosa Historia del mediterráneo; de George Duby la Historia de la vida privada [en Francia] del siglo XVIII al XX.
Frank Moya Pons, siguiendo l’École des Annales, publicó en 2008 una colección de artículos titulada La otra historia dominicana; y José Chez Checo ha dado a la estampa 21 opúsculos de su Historia total.
Vale destacar en el primer volumen de las Obras completas de don Badín Garrido Puello su Historia de un periódico (1973) que es también una historia de la cultura de San Juan de la Maguana. Emprendió pues de manera empírica un estudio de factibilidad y de recursos humanos de su natal San Juan antes de lanzar El Cable periódico que, con el advenimiento de la dictadura de Trujillo en 1930, dejó de circular.
Igualmente figura en ese tomo su polémico Olivorio, ensayo histórico. Es evidente que para Garrido Puello el racionalismo de su formación hostosiana no le permitía aceptar ni ver con simpatías al olivorismo. Su valioso trabajo se ve pues afectado por su toma de posición en contra del “iluminado” Olivorio. Como no se limitó a mostrar, sin juzgar, su testimonio es hoy día motivo de encarnizadas polémicas. En tanto director de El Cable cubrió la muerte de Olivorio y su Ensayo histórico es el testimonio de un contemporáneo de los acontecimientos.
La publicación de Olivorio, ensayo histórico, habría que situarla en el contexto del año de su publicación: 1963; un año después de que el Consejo de Estado ordenara el ataque al “santuario” de Palma Sola que había revivido la “hermandad” olivorista. La represión al santuario oliborista de Palma Sola el 28 de diciembre de 1962 dejó un saldo todavía desconocido de víctimas incluida la extraña muerte del general Miguel Rodríguez Reyes dos meses antes de la toma de posesión de Bosch.
En el camino de la historia, una de las obras más importantes del segundo volumen, es pionera en cuanto a historia regional se refiere. Es la versión, con método y rigor de historiador, de la guerra que lideraron los generales José del Carmen Ramírez y Luis Felipe Vidal contra el gobierno dictatorial de Eladio Victoria.
La “guerra del 12” fue la chispa que dio origen a lo que nuestro historiador regional llama la “Revolución legalista” que contribuyó junto a la “Revolución del ferrocarril”, liderada por Horacio Vásquez en el Cibao, a la renuncia de Victoria en 1913.
Frank Moya Pons da cuenta en su Manual de historia dominicana de los años que van de la muerte de Cáceres a la ocupación militar de Estados Unidos, trata la “Revolución legalista” de manera somera y sólo destaca a Luis Felipe Vidal entre los líderes de esa “Revolución” influido tal vez por el hecho de que Vidal figuraba entre los conjurados que dieron muerte al presidente Cáceres en 1911 obviando ostensiblemente a José del Carmen Ramírez, líder político y militar del alzamiento contra el gobierno dictatorial de Victoria, y que, en el gobierno provisional de Ramón Báez, fue Gobernador Civil y Militar de la provincia de Santo Domingo.
Si la tardía publicación de la historia de El Cable se debió a la intolerancia y represión durante la Era de Trujillo; la de Tras su sombra se debe a una respetuosa y considerada atención a su segunda esposa, Aura Saviñón.
Esperó, por razones muy personales, hasta 1977 para dar a la estampa Tras su sombra un homenaje póstumo a su primera esposa Dulce Ramírez que, como consigna al final del opúsculo, terminó de escribir en 1939.
Tras su sombra es la obra de un experimentado escritor con mucho dominio de la técnica del relato. Un texto elegante que se cuida de no caer en la sensiblería que por lo general va de par con este tipo de evocación. Evocación que nos recuerda aquel verso de Lamartine en Meditaciones poéticas: “Un solo ser os falta y el mundo está despoblado”.
Don Badín Garrido Puello se distinguió siempre por su preocupación por la educación de su ciudad natal y más tarde por la de República Dominicana, es de los fundadores de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña y quien por la coherencia de sus convicciones y principios es, como llaman en Francia a esta estirpe de cultivados ciudadanos, un honnête homme, es decir un ciudadano respetable.
Vale destacar en el primer volumen de las Obras completas de don Badín Garrido Puello su Historia de un periódico (1973) que es también una historia de la cultura de San Juan de la Maguana. Emprendió pues de manera empírica un estudio de factibilidad y de recursos humanos de su natal San Juan antes de lanzar El Cable periódico que, con el advenimiento de la dictadura de Trujillo en 1930, dejó de circular.