Una de las cosas que aprendí en mi visita a Israel, de la cual reporto por estos días, es que ese país no se irá de la Franja de Gaza hasta que acabe completamente con toda la infraestructura de Hamás, tanto militar, como física y económicamente, cueste lo que le cueste.
Haber pasado por allí me hizo entender que a los israelíes les importa poco lo que piensen de ellos y que cuando se embarcan en una tarea que entienden es justa, lo hacen para completarla, no para dejar las cosas a medias, porque tienen una determinación de acero, para bien o para mal, dependiendo del caso y de quien lo mire.
Lo cierto es que para atreverse a entender a Israel hace falta temple, porque lo más sencillo es ponerse en plan teoría “el grande que se come al pequeño” y ya. Y digo “entender” porque no es mi trabajo estar a favor de un lado ni del otro, como periodista a lo que he apostado toda la vida es a comprender lo que proponen las partes en pugna, escribirlo y que mis lectores decidan. La primera argumentación de Israel para su guerra es reactiva, por el ataque del 7 de octubre de 2023, que allí entienden fue su equivalente al 11 de septiembre de 2001 que vivió Estados Unidos. La segunda es proactiva, que es eliminar a Hamás cueste lo que le cueste. Y ese cueste lo que le cueste también es importante, les cuento por qué. Dice Israel, insisto que es lo que ellos dicen, que borrar del mapa la Franja de Gaza le tomaría tres horas. Me lo dijeron varias fuentes, de diferente corte, pero ellos han decidido, en lugar de desplegar todo su descomunal arsenal militar, comprometer sus tropas e ir casa por casa, edificio por edificio y túnel por túnel, destruyendo lo que haga falta para borrar a Hamás de la faz de la tierra.
Por eso les puedo decir, tras estar allí, que los israelíes no caminarán por lo fácil y no pararán hasta que logren su cometido, por lo que miles de muertos más se sumarán a una lista fatídica, de la cual sabemos los fallecidos en Gaza, pero no cuántos son de Hamás. Esas son malas noticias para la paz global y les adelanto que lo mismo le pasará a Hezbolah si pasan la frontera y atacan como Hamás.
Esto está lejos de acabar.