El reloj sigue su camino y la crisis haitiana continúa sin resolverse, lo que denota el poco interés de la comunidad internacional en poner a Haití dentro de la lista de sus principales prioridades. Afortunadamente, Estados Unidos parece que ha comenzado, finalmente, a impacientarse, lo cual es lo mejor que puede pasar.
¿Por qué afirmo eso? Porque la semana pasada el secretario de Estado, Anthony Blinken, aprovechó la reunión de cancilleres del G20 para apretar unas cuantas tuercas y pasarles factura a todos los socios que pretenden dejarle el paquete a Estados Unidos sin asumir ellos una cuota de la responsabilidad de una intervención en Haití.
Es evidente que Blinken exigió acción y el tema ha vuelto a rodar, esperemos que esta vez de una forma definitiva. Después del encuentro vemos cómo el Caricom ha puesto la solución a la crisis haitiana como un tema fundamental en la reunión que sostiene en Guyana.
El actual presidente del Caricom y presidente de Guyana, Irfaan Ali, expresó que habrá que tomar “decisiones difíciles” sobre Haití y espera que de esta reunión salga una hoja de ruta clara sobre lo que sucederá en el vecino país en un futuro inmediato. El mandatario llamó a las partes en conflicto en suelo haitiano a ser flexibles y colaborar en el proceso de pacificación social.
Mientras el Caricom se puso manos a la obra, el primer ministro haitiano, Ariel Henry, se fue a Kenia a firmar un pacto que les permita a las autoridades de ese país africano poder saltar los problemas legales que han enfrentado para enviar una misión pacificadora a Haití.
Así que tenemos acción en tres frentes: Estados Unidos consiguió compromisos económicos, equipamiento y recurso humano, además del importante empujón para que el proceso tome impulso; el Caricom se ha puesto las pilas para lograr delinear un plan de acción, que dé un marco operacional a la misión internacional; mientras que Haití y Kenia tienen la encomienda de ponerse de acuerdo para cuadrar detalles y protocolos. Eso suena a una estrategia, ojalá que, por fin, lleguemos a la táctica.