De vez en cuando, aparece un artista que logra causar tal impacto, que sus fans terminan teniendo un nombre que manda. Uno de los mejores ejemplos de los últimos tiempos es, sin lugar a duda, Justin Bieber.
Tan amado como odiado, el joven que saltó a la fama con “Baby” y cuyas relaciones con Selena Gomez y Hailey Baldwin causaron todo un “shippeo” (nombre como se conoce a cuando la gente es fan de una pareja ficticia o real), sigue teniendo a su incansable legión de “believers”.
Hoy, Bieber sigue siendo todo un icono, ya madurado y consagrado, con un legado al que todavía le quedan páginas por llenar. Porque Justin, que se alejó de la música por problemas de salud, ha prometido un “nuevo comienzo” en su Instagram y se ha mostrado “emocionado por este nuevo año”.
Solo un único Justin
Aunque creció en Stratford, Ontario, Justin Drew Bieber nació en el St. Joseph’s Hospital, en London, Canadá, el 1 de marzo de 1994. Hijo de una madre soltera, Pattie Mallette, que le tuvo con solo 18 años, salieron adelante gracias a que ella compaginaba varios trabajos para mantenerles.
Justin tiene, además, dos medio hermanos por parte de su padre, Jeremy Bieber. Por la herencia paterna tiene también ascendencia alemana, inglesa e irlandesa; mientras que las raíces de su familia materna son franco-canadienses.
Hubo dos intereses precoces en él: los deportes, puesto que practicó fútbol, hockey y ajedrez; y la música, ya que aprendió a tocar la guitarra, el piano, la batería y la trompeta. Pero la música fue la vocación que, sin duda, ganó la batalla.
Consciente de su talento después de que quedase segundo en un concurso local con 12 años, la madre de Justin comenzó a subir vídeos de su hijo a Youtube. El joven aparecía cantando versiones de algunos de sus artistas favoritos, como Usher, Justin Timberlake, Stevie Wonder o Chris Brown.
A los 14 años, firmó su primer contrato discográfico mientras que dos de esos artistas por él admirados, Usher y Timberlake, pujaron por él: “Si quieres ir con él, seréis Justin y Justin… Conmigo, solo hay un Justin”, le dijo Usher, según confesó a la revista People, para convencerle. Y así fue.
De “Baby” a la “Justicia”
El resto, es historia. Justin sacó un primer EP, “My World” (2009), con el que se dio a conocer. Pero fue “Baby”, el sencillo de su álbum “My World 2.0” (2010), el tema con el que se catapultó del todo a la fama internacional, convirtiéndose en el fenómeno revelación, en un icono, de toda una generación de jóvenes.
A partir de ahí, su música ha ido madurando en forma de más discos: “Under the Mistletoe” (2011), “Believe” (2012), “Purpose” (2015), “Changes” (2019) y “Justice” (2021), además de algunos álbumes recopilatorios y remixes.
Su ausencia musical desde el último CD, se debe a problemas de salud que le obligaron a cancelar su gira en 2022 y 2023: “estoy sufriendo el síndrome de Ramsay Hunt”, explicó en sus redes sociales, mostrando la parálisis facial que padecía.
En cuanto al terreno personal, inolvidable fue la larga relación que Justin Bieber mantuvo con Selena Gomez, otra de los iconos juveniles de su momento. Después se le ha relacionado con varios nombres de famosas como Miranda Kerr, Barbara Palvin, Chantel Jeffries, Adriana Lima, Kourtney Kardashian, Sofia Richie o Paola Paulín.
Sin embargo, desde 2018 su corazón pertenece a la modelo Hailey Baldwin, con la que se comprometió y casó ese mismo año, y con la que ya había estado en el pasado entre 2015 y 2016. Nunca dejaron de ser amigos y eso facilitó su posterior reconciliación romántica y su boda.
Regreso no cumplido pero esperado
Hoy, el matrimonio parece seguir feliz y unido a pesar de las dificultades de salud por las que ha pasado Justin. De hecho, el cantante tuvo un original detalle con su mujer por el cumpleaños de esta el pasado octubre al enmarcar (por 5,000 dólares, según TMZ) un mensaje que ella le habría enviado mientras estaban separados por un viaje.
“Te echo de menos. Echo de menos tu sonrisa. Echo de menos tu risa. Echo de menos tus abrazos. Echo de menos tus besos. Echo de menos tus bromas. Echo de menos hacer el amor. Echo de menos estar entre tus brazos”, decía el texto, que terminaba con el emoticono de una carita llorando.
Ese mismo mes, Bieber estuvo en el centro de la polémica al compartir en su Instagram el mensaje “Praying for Israel” escrito sobre una foto de la ciudad de Gaza bombardeada, publicación que desató una ola de críticas y que después el artista borró de sus `stories´.
A pesar de estas apariciones, y de los 293 millones de seguidores que tiene en Instagram, lo cierto es que desde que canceló su gira, Justin no ha estado muy presente en la vida pública salvo un par de apariciones recientes en eventos. De hecho, se esperaba que cantase “Somebody To Love” junto a Usher en el Super Bowl, pero no fue así.
No obstante, el canadiense, que disfrutó de la actuación como público desde su palco, compartió en redes una foto del que fuera su mentor junto al siguiente texto: “Te quiero, hermano. Nadie puede cantar y bailar como lo haces tú. Te quiero desde el fondo de mi corazón. Trayendo la ‘A’ al mundo. Solo tú, cariño”.
Ahora, Justin Bieber va a soplar las 30 velas de su tarta de cumpleaños. Y muchos esperan que, en alusión a sus propias palabras, el regalo para esta nueva década sea, por fin, ese regreso en forma de disco y conciertos que los “believers” llevan tiempo deseando.
Nora Cifuentes/ EFE Reportajes