Si el color emblemático de San Valentín es el rojo, asociado a la calidez, la seducción y la pasión, y la figura que mejor lo representa es el corazón.
Un símbolo por excelencia del amor romántico y del enamoramiento, cuando lo atraviesan las flechas de Cupido, podría afirmarse que el sabor del 14 de febrero es el del chocolate, uno de los regalos más habituales en esa fecha.
Al regalarse mutuamente chocolates, muchas parejas se centran en que sean lo más exquisitos y llamativos posible, y en que la caja o el envoltorio que los contiene sean atractivos y elegantes.
Pero los especialistas recomiendan, sin dejar de lado todo lo anterior, tener en cuenta también las facetas de este “dulce presente” relacionadas con la salud y la nutrición.
Por qué se regala chocolate en San Valentín
Entonces, ¿qué tipo de productos elaborados con chocolate es aconsejable regalar en San Valentín, para deleitar el paladar de nuestra pareja, y que además aporten beneficiosos para su cuerpo sin fomentar que aumente de peso? ¿Cómo podemos elegir el mejor chocolate para regalar en esa fecha señalada?
Antes de responder estas preguntas “tenemos que tener claro si nuestro consumo de esta pasta hecha con cacao y azúcar molidos, y a la que se le suele añadir canela o vainilla, es esporádico o habitual”, explica a Efe Carmen Escalada, nutricionista clínica del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
¿Consumo habitual o esporádico?
Dado que el consumo de este dulce será compartido, independientemente de quien se lo regale a quien, conviene que nos preguntemos y respondamos con sinceridad: “¿Vamos a comer chocolates solo en San Valentín y en una cantidad moderada, o estos productos forman parte de nuestra alimentación habitual, por uno u otro motivo?”, invita a reflexionar
Comer un trozo de tarta de postre con chocolate todos los sábados cuando salimos a comer con nuestra familia o en pareja, entra dentro lo que se considera como un “consumo habitual”, según la nutricionista del IMEO (https://imeoobesidad.com).
“En el caso de que vayamos a comer chocolates únicamente en San Valentín, no necesitamos elegir como regalo una tarta o unos bombones que sean especialmente saludables, si nuestra alimentación habitual es de por si completa, equilibrada, variada y beneficiosa para nuestra salud”, explica Escalada.
Para ese consumo puntual y esporádico se pueden elegir unos chocolates que disfrutemos, preferiblemente caseros o artesanales y con escasa industrialización, comiéndolos en cantidad moderada, y volviendo a nuestra dieta saludable habitual, una vez que haya pasado ese momento especial, según señala.
Decálogo para elegir bien
Si el regalo de chocolates se produce dentro de un consumo frecuente o habitual de este tipo de dulce, “es imprescindible buscar una opción que sea lo más saludable posible”, teniendo en cuenta los siguientes aspectos, descritos por Escalada:
- Elige un chocolate que contenga el mayor porcentaje posible de cacao (por encima del 75%, como mínimo ) y lleve la mínima cantidad de azúcar y edulcorantes que sea posible.
- Opta por aquellos productos en cuya composición aparezca el aceite de oliva como grasa, en lugar de aceites refinados de girasol, aceite de palma, margarinas…
- Busca productos con trozos de fruta natural, hortalizas como la calabaza o la zanahoria o especias como la canela o la nuez moscada en lugar de mermeladas, jaleas, mermeladas o azúcar refinada, o que estén elaborados con dátiles o miel, como opciones intermedias, sugiere Escalada.
- Evita aquellos postres en los que se ha conseguido el sabor dulce por medio de edulcorante acalóricos, puesto que estos ingredientes alterarán tu umbral del sabor (sensibilidad gustativa) y tu microbiota (flora bacteriana) intestinal.
- Si el producto con chocolate que quieres regalar lleva harinas, es preferible que sean integrales (producidas a partir del grano completo) independientemente del cereal del que procedan.
- Prefiere aquellos chocolates que incluyen lácteos o huevos en su composición, ya que la proteína que aportan estos ingredientes hace que sean más saciantes y, con ello, menos adictivos.
- Ten en cuenta que “son mejores aquellos dulces que llevan trozos (en lugar de cremas) de frutos secos, ya que nos obligan a masticar más y nos aportan una mayor sensación de saciedad”, señala Escalada. Los frutos secos también pueden ser buenos sustitutos de las galletas utilizadas en las bases de las tartas, siempre que la persona no sea alérgica a estos alimentos, en cuyo caso hay que evitarlos, según puntualiza.
- Compra raciones ajustadas al número de personas (en este caso, los integrantes de la pareja) que van a comer el chocolate. “Es mejor comprar dos porciones de tarta que una tarta entera, puesto que terminaréis consumiéndola a lo largo de varios días, incluso sin tener apetito” puntualiza.
- Es mejor elaborar los productos o postres con chocolate en casa que adquirir las versiones industriales, ya que así, se pueden elegir mejor los ingredientes, buscando los más saludable, y además se disfrutará del proceso de elaboración.
- Recuerda que, en cualquier caso, los productos con o de chocolate son altamente calóricos, incluso siendo sanos, por lo que no conviene consumirlos en exceso, concluye Escalada.