La Policía Nacional es un caso de estudio, pues de ser una institución de orden público llamada a dar respuestas a los diferentes delitos, es un ente poco productivo a nivel comunicacional.
Su director es totalmente sordo y mudo, y su vocero es muy tímido con las palabras.
No hay forma de conseguir informaciones detalladas de los crímenes. Allí todo está en proceso de investigación sin que nunca se sepan las conclusiones.
¿Será que esta modalidad forma parte de la reforma policial?