En 2023, la República Dominicana construyó puentes sin precedentes con los países del Caribe. Dos visitas de estado entre Guyana y República Dominicana junto a ministros y cúpulas empresariales, dos visitas ministeriales de Jamaica y Trinidad y Tobago con misiones comerciales, la primera semana dominicana en Jamaica y la excelente labor de los embajadores de carrera en la región, son solo algunos ejemplos de este acercamiento.
En términos de comercio, las exportaciones a Caricom crecieron un 18,4 % en 2022. Solo Guyana, según fuentes de Prodominicana, incrementó un 39 % en 2023.
El comercio entre República Dominicana y el Caribe ha crecido de manera constante desde la firma del primer acuerdo comercial entre ambos en 2001. Durante la pandemia, este intercambio mostró su resiliencia siendo uno de los que menos disminuyó. Sin embargo, el llamado gran potencial del mercado aún no llega a explorarse y explotarse.
En la incertidumbre, la región importa
En enero de 2024, la frontera con Haití sigue cerrada y el mundo enfrenta incertidumbres, como la recesión en algunos mercados europeos, los enfrentamientos en el Medio Oriente, los cambios en América Latina y las elecciones en Estados Unidos. En este contexto, es más importante que nunca diversificar mercados, mirar al Caribe y construir sobre los logros del acercamiento de 2023. No debemos perder el impulso obtenido, como lamentablemente ha ocurrido en el pasado.
Tres áreas prioritarias para 2024
Para que el Caribe se convierta en el segundo socio comercial de República Dominicana, proponemos tres áreas prioritarias para 2024:
- Una estrategia coordinada y consistente: Es importante que los esfuerzos públicos y privados se unan y se refuercen mutuamente. También es importante que las acciones de los diferentes ministerios y dependencias del Estado sean integradas. Tal vez dar un espacio Caribe a la mesa presidencial de las exportaciones sea una forma de mantener esa prioridad y coordinación. Es igual de importante tener capítulos mercado Caribe en las diferentes estrategias que están siendo implementadas.
- Juntos, pero no revueltos: No debemos intentar de nuevo la membresía en la Comunidad del Caribe (CARICOM). Hay múltiples razones por las que esto sería un error táctico. Los fondos que habría que asignar a una eventual membresía serían más provechosos invertidos en apoyar a las embajadas dominicanas en la región, así como en brindar apoyo técnico a las empresas dominicanas en los mercados caribeños. Las embajadas en Kingston, Puerto España y Georgetown son un ejemplo de esfuerzo extraordinario que debe ser reforzado, además de que también apoyan las relaciones bilaterales con otros países como Bahamas, Barbados, Surinam y St. Vicente y las Granadinas. Con los países del Reino de países Bajos en el Caribe, Curaçao, Aruba y St. Martin ya existe un memorándum de entendimiento (MOU)que también hay que avanzar de manera bilateral con cada uno de ellos. Ya con Curaçao existe un marco para un acuerdo de alcance parcial que debería concluirse para abrir el mercado de mil millones de dólares anuales a los múltiples productos dominicanos, además de las oportunidades en servicios.
- La tarea indispensable: Además de las misiones, visitas, reuniones, ferias y MOUs, es importante hacer la tarea entre un evento y otro. Las actividades y golpe de efecto son importantes, pero si no se acompañan con el día a día tanto a nivel de cada empresa como de las entidades que los organizan, no se puede avanzar significativamente. Para poner un ejemplo, a pesar del éxito de los intercambios con Guyana, solo en el 2023 se recibieron en ese país más de 20 misiones comerciales de los principales países del mundo que quieren hacer negocio con ese país de tan alto crecimiento, es decir que las empresas dominicanas están compitiendo por atención y prioridad con el mundo entero y con empresas con mayores recursos, solo una labor directa y consistente puede hacer la diferencia para concretar los negocios, sobretodo de los grandes proyectos.
El Caribe puede ser un mercado importante para productos dominicanos que no se exportan a los mercados tradicionales de Estados Unidos y la Unión Europea como cárnicos, lácteos y algunos vegetales. Para ello, es necesario llegar a acuerdos oficiales a nivel técnico que permitan eliminar o disminuir las barreras fitosanitarias y otras barreras técnicas. Ya hay gobiernos en la región que han hecho ese tipo de acercamiento porque les interesa comprar más de RD, hay que aprovecharlos.
Es cierto que el Caribe aún necesita algunos puentes aéreos o marítimos, pero sobre todo humanos que aceleren el contacto con los mercados, la colaboración técnica oficial y las mejoras logísticas. Sin embargo, construir sobre lo logrado en 2023 es una de las mejores plataformas que tendremos en muchos años. Está en nosotros aprovecharlo con el sentido de la urgencia que amerita.