Las facilidades fiscales para la apertura de zonas francas –destacando el auge de la fabricación de dispositivos médicos y electrónicos–, aunados a una sólida economía en crecimiento, un marco jurídico que incentiva la inversión y la colaboración público privada hacen a la República Dominicana un país “altamente competitivo” para la industria de semiconductores en el Caribe.
Así lo señala la evaluación “Preparación de la República Dominicana para desempeñar un papel más importante en las cadenas de valor globales de semiconductores y PCB”, un estudio de factibilidad que analiza las condiciones que ofrece el país para este sector, que busca una recolocación de sus industrias que le garantice resiliencia, seguridad y competitividad.
Los microchips son la base para la fabricación de múltiples dispositivos electrónicos hoy día: desde teléfonos inteligentes y computadoras, hasta electrodomésticos y automóviles.
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Los pasos para lograrlo
El análisis, realizado por la Fundación para las Tecnologías de la Información y la Innovación (ITIF, siglas en inglés), afirma que su fabricación es un negocio prometedor a nivel mundial: se estima que tiene la capacidad para crecer un 40 % cada año hasta valorizarse en un trillón de dólares para el 2040.
Sin embargo, el estudio establece que el Gobierno dominicano debe preparar una “proposición de valor explícita” sobre por qué quiere atraer el mercado de semiconductores y definir una amplia estrategia de competitividad para lograrlo.
Recomienda, entre otros aspectos, que esta estrategia sea complementada con una campaña de concientización dirigida a inversionistas globales en industrias de electrónica avanzadas que resalte sus políticas fiscales y de incentivos a zonas francas.
Además, destaca que la nación debe expandir la disponibilidad de programas de grado en ingeniería eléctrica, ciencias de la computación y cursos relacionados.
“Otros países (de la región) tratarán de atraer inversores manufactureros. El capital humano y su capacidad serán el punto diferenciador (para la República Dominicana)”, manifestó uno de los ejecutivos del ITIF en la presentación del estudio en Washington, cuyos expositores incluían a funcionarios de la Oficina CHIPS del Departamento de Comercio de Estados Unidos, empresas multinacionales de tecnologia, asociaciones industriales del sector y expertos.
Asimismo, sugiere al gobierno de los Estados Unidos considerar a Quisqueya como un candidato principal como receptor de financiamiento de su Fondo Internacional de Innovación y Seguridad Tecnológica (ITSI, siglas en inglés), creado a partir del acta Chips y Ciencia, que comprometió 52,000 millones de dólares en inversión federal y ya ha atraído 220,000 millones en inversiones para 70 proyectos.
Panamá y Costa Rica ya se han asociado con los Estados Unidos para impulsar el sector de los semiconductores.
“Sin lugar a dudas, esto representa una oportunidad única para promover y al mismo tiempo seguir fortaleciendo el posicionamiento que hemos logrado internacionalmente como plataforma industrial y logística, y con un país donde el entorno empresarial es favorable para el desarrollo de los negocios y de las inversiones”, puntualizó el ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor Bisonó, durante la presentación del estudio en la capital estadounidense.
Cantidad en miles de millones de dólares que acumula la inversión extranjera directa de zonas francas en República Dominicana
El ministro estuvo acompañado por representantes del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona), de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (Amchamdr) y de medios de comunicación dominicanos.
Bisonó indicó que esto es de vital importancia para el país, ya que en toda América Latina “hasta ahora, solo dos países disponen de facilidades para el Ensamblaje, Prueba y Empaque (ATP, por sus siglas en inglés)”, de la industria de microchips.
Agregó que el país no solamente goza de cercanía geográfica con los Estados Unidos, sino que el gigante norteamericano ya es el principal mercado al que se destinan las exportaciones dominicanas.
Esto, aunado al hecho de ser una nación con la que conserva “fuertes lazos económicos, sociales y culturales”, todas estas cualidades que colocan a Quisqueya como idóneo para la atracción de empresas estadounidenses dedicadas a este segmento.
Clima propicio para las zonas francas
De acuerdo con el estudio, “República Dominicana presenta uno de los ambientes más atractivos para la inversión extranjera directa que América Latina tiene para ofrecer”.
Muestra de ello son las 87 zonas francas que respaldan la producción de bienes manufacturados avanzados en 28 de las 32 provincias del país. Estas compañías generan 197,600 empleos directos, son responsables de generar 8.1 mil millones de dólares en exportaciones anuales y acumulan una inversión de 7.16 mil millones de dólares en el país.
El éxito de estas industrias en el país se debe a dos razones:
- Los beneficios fiscales contempladas en la Ley 8-90 sobre Fomento de Zonas Francas –que les exime del pago de impuestos sobre la renta, de exportación o de reexportación y les otorga derechos de aduana sobre maquinaria, materias primas, entre otras facilidades–
- El bajo costo laboral de fabricación –de solo 2.50 dólares por hora, un 6 % de lo que se paga en Estados Unidos, la mitad de lo que se paga en Costa Rica o en México y mucho menos que lo que se paga en China–.
En las zonas francas destacan dos segmentos estrechamente relacionados con la tecnología e innovación que requiere la industria de los semiconductores: el de dispositivos médicos y el de electrónica.
“Los instrumentos y dispositivos médicos constituyen el sector exportador líder del país, representando 2.25 mil millones de dólares en exportaciones anuales, con cinco de los 10 principales fabricantes de dispositivos médicos del mundo operando en la República Dominicana, con una tasa de crecimiento anual de 17.7 % en 2022”, subraya el análisis.
En segundo lugar están los dispositivos electrónicos, una industria que representó 1.2 mil millones de dólares en 2022, el 15 % de la industria de zonas francas y con un incremento de 3.2 % en 2022.
Otro motivo que hace del terreno dominicano propicio para el asentamiento de industrias de semiconductores es que cuenta con un “régimen comercial liberalizado”.
Los acuerdos de República Dominicana-Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta, siglas en inglés) y del Acuerdo de Asociación Económica (EPA, siglas en inglés) con la Unión Europea, permiten a los exportadores acceder a más de 900 millones de consumidores en 49 países libres de aranceles.