Haití hierve. La temperatura social continúa en escalada mientras se acerca el 7 de febrero, fecha en la cual se debería realizar la investidura de un presidente que no existe, porque no se ha elegido.
Un sector de la población haitiana entiende que ese día el primer ministro Ariel Henry debe abandonar el poder, pero la pregunta fundamental sigue intacta: ¿a quién se lo entregaría?
Las protestas han aumentado y la violencia de las gangas también, mientras la comunidad internacional sigue sin tomar medidas urgentes, lo que muestra su poco interés en el asunto, más ante las dos guerras que le ocupan en la actualidad en Ucrania y Gaza .
Hoy el canciller Roberto Álvarez vuelve ante el Consejo de Seguridad de la ONU a intentar darle urgencia a un tema que solo ocupa un espacio de premura en la agenda de la República Dominicana. La ONU emitió un reporte que detalla las muertes ocurridas por violencia en Haití en el 2003, que casi alcanzaron las 5,000, una medida que intenta inyectarle urgencia a la crisis. Ojalá se materialice un plan antes del 7 de febrero, porque Haití hierve y sigue sin ayuda internacional para bajar la temperatura social.