La importancia de la gestión de los gobiernos locales se hace cada día más relevante en nuestro país. Las elecciones municipales a celebrarse el 18 de febrero en curso representan una combinación de distintas variables de alianzas electorales, tanto en el partido de gobierno, como entre las distintas fuerzas de la oposición que ponen de relieve la trascendencia de estos. Tomemos el ejemplo de Santiago de los Caballeros.
Con el liderazgo del sector privado, a partir del Plan Estratégico de Santiago (PES), iniciativa nacida de intelectuales y empresarios de la ciudad estrechamente vinculados a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), junto a la gran incidencia de la Asociación para el Desarrollo, Inc. (APEDI) lograron elevar y profundizar el debate sobre la cosa pública local y el desarrollo nacional.
Ese liderazgo empresarial, social e intelectual del Cibao, siempre ha tenido incidencia en los gobiernos municipales, desde la planificación integral hasta la gestión eficiente y su vínculo causa-efecto en el desarrollo integral de nuestra nación.
Ahora bien, esta incidencia no es aislada ni mucho menos coyuntural. Ha sido una tradición con mucho precedente histórico en Santiago y en el Cibao, desde la Revolución Cibaeña de 1857 y su constitución civilista de Moca (1858) restableciendo el Poder Municipal y donde se destaca Pedro Francisco Bono con las propuestas de gobierno federado.
Igualmente, ese sector privado vibrante tiene entre sus primeras organizaciones, el Ateneo Amantes de la Luz que desde 1874 ha tenido especial atención “a los servicios de la comunidad”, y entre sus fines “una escuela de civismo para orientar la conciencia nacional” … reconociendo que “la educación y la cultura son las bases para una sociedad civilizada y civilista”.
Esa tradición civilista de lo local y lo nacional, ha continuado a partir del ajusticiamiento de Trujillo. Desde 1961, año en que nació APEDI, y más adelante con el PES, lo local potencializa su influencia en el desarrollo nacional, y viceversa.
En este sentido, algo interesante vuelve a suceder en Santiago. La composición social y profesional de los candidatos: la Dra. Mariana Moreno, médico de prestigio y de reconocida solvencia moral, es la candidata a vicealcaldesa por el PRM junto al también reconocido por su honestidad y buena gestión Ulises Rodriguez. Este último ha sabido sembrar con paciencia para ganarse el respeto de muchos, dentro y fuera de su partido.
La Dra. Moreno es hermana de Dr. Guillermo Moreno, cuyo prestigio personal no necesita presentación y esposa del Dr. Reynaldo Peguero, reconocido por su liderazgo y conocimiento en planificación y gestión de los gobiernos locales. Incansable armador, con excelentes vínculos en Santiago.
Pero igualmente, con el mérito de una alcaldía exitosa en los últimos 8 años con Abel Martinez, el PLD, como parte de la alianza Rescate RD, ha lanzado a Victor Fadul, un joven profesional bien articulado, con méritos propios y cuyo espacio político lo ha ganado por sí mismo. Independientemente de su padre, una persona querida por los santiagueros Monchy Fadul, quien además de ocupar varios ministerios fue el alcalde de la ciudad que dio inicio a los orígenes de lo que hoy es el Plan Estratégico de Santiago (PES). Junto a la candidata a vice alcaldesa Jacqueline Fernández de Polanco, una leal funcionaria bancaria y, más adelante, exitosa empresaria, con experiencia en la alcaldía de Santiago, es también una propuesta municipal seria y de contenido.
El PRM y la alianza Rescate RD, cada uno por su lado, han sabido armar proyectos de candidaturas para el gobierno municipal de alto vuelo. Poniendo en evidencia la gran importancia de los gobiernos locales y sobre todo que un sector privado comprometido con su ciudad y su país es la clave para la gestión local y nacional.
En el aire esta la pregunta: ¿llegó en la República Dominicana la hora del modelo de desarrollo de Santiago?