La familia real danesa participó el domingo en un “servicio religioso de celebración” especial en la Catedral de Aarhus mientras el nuevo rey Federico X, acompañado por su esposa, la reina María, y su madre, la reina Margarita, saludaban a la multitud congregada al exterior del inmueble del siglo XII que es la iglesia más alta del país.
La familia real condujo 3,5 kilómetros (2,2 millas) por Aarhus, la segunda ciudad más poblada de Dinamarca, desde la residencia real del Castillo de Marselisborg hasta la Catedral de Aarhus.
El servicio religioso se llevó a cabo una semana después de que Federico, de 55 años, fue proclamado rey luego de que su madre Margarita, de 83 años, firmó su abdicación durante una reunión con el gobierno.
La residente de Aarhus, Christina Elmstroem, dijo que espera que Federico y la reina María cambien la monarquía danesa “a su manera”. Llevó a sus hijos para que vivieran este “enorme e importante evento”.
“Así que era una oportunidad para ir y ver al nuevo rey y mis hijos estaban muy emocionados por eso”, comentó.
Henrik Wigh-Poulsen, obispo de la Diócesis de Aarhus, comentó a The Associated Press que tuvieron muy pocas semanas para planear el servicio, y que Federico participó en la planeación.
“Normalmente, debes pasar tres meses planeando esto, pero tuvimos dos meses y medio o algo así. Así que hemos estado muy ocupados”, dijo. “Elegí algunos de los himnos que vamos a cantar, y el rey dijo: ‘Me gustaría cantar estos himnos’”.
El servicio de una hora de duración representó la primera visita oficial de Federico fuera de la capital danesa de Copenhague.
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La policía esperaba que unas 70.000 personas estuvieran a lo largo de la ruta real.
La gente opina
“Creo que va a ser un rey del pueblo”, dijo Charlotte Houman, residente en Aarhus.
“Creo que va a abrazar a la gente… va a ser diferente en su forma de gobernar. Creo que no va a ser demasiado verticalista, sino que va a abrazar a la gente, a diferentes tipos de gente. Y no estará en un pedestal tan alto”.