El Gobierno dominicano hace muy bien al responder a las acusaciones de un grupo de senadores estadounidenses de que el país estaba siendo usado como un puente para ingresar armamento ilegal para las pandillas haitianas, desde Estados Unidos.
Desde que se agravó la crisis en Haití con el asesinato de Jovenel Moïse, el presidente Luis Abinader y las autoridades diplomáticas dominicanas han advertido a la comunidad internacional de la necesidad de tomar medidas para frenar el descontrol en dicha nación, por lo que los alegatos de esos seis senadores sorprenden.
En la carta entregada por la embajadora Sonia Guzmán se hace constar la cantidad de armamento militar que se ha incautado en los últimos años y las innovaciones que se han implementado en los procesos aduanales de este lado de la frontera.
Y ciertamente tiene el Gobierno razones de sobra para considerar injusto que el grupo de senadores estadounidenses quiera sindicar como responsable a la República Dominicana del trasiego de armas a Haití, muchas de ellas provenientes de Estados Unidos.