Se supone que la Navidad es época de fiesta, pero en realidad, en República Dominicana, se ha convertido en tiempo de muertes y no parece haber nada que pueda detenerlo.
Pese a que el Centro de Operaciones de Emergencia destinó 46,000 personas en la primera fase del operativo navideño, se produjeron 125 accidentes de tránsito que terminaron con la vida de 19 personas.
En la Navidad del 2022, incluyendo las festividades de Año Nuevo, murieron 38 personas, de acuerdo a cifras oficiales.
Si ya se alcanzó la mitad de muerte del año pasado, todo luce indicar que es fácil igualar el total, por lo que parecería que no avanzamos en nada en la prevención de muertes.
El consumo de alcohol desbordado, combinado con el nulo respeto a la vida de muchos individuos que toman el volante embriagados, además de la poca efectividad de los agentes de seguridad encargados de hacer cumplir las leyes se convierten en la mezcla perfecta para crear el caos que representan las calles dominicanas.
Unas 338 personas sufrieron intoxicación alcohólica y 14 de ellas eran menores de edad, según el COE… por lo visto, los muertos en accidentes futuros están encaminados.