En toda la saga/fuga de Pedro Sánchez y sus acrobacias para quedarse en el poder hay una arista de la que no se habla lo suficiente: ¿cómo las bases del PSOE, el Partido (supuestamente) Socialista, (bastante poco) Obrero (y cada vez menos) Español no se le enfrentan?
Ha perdido más de 4 millones de votos, dice alguna encuesta desplegada después de que Sánchez vendiera lo que no es suyo, la Constitución, la independencia de los jueces, la igualdad de los españoles etc etc… por siete votos. (Las 30 monedas más caras después de aquellas…)
Pedro Sánchez fue abucheado en el Parlamento Europeo y tuvo que escuchar un discurso que haría a cualquiera plantearse dejar la política y montar una paletera. Traidor es lo más suave que ha tenido que escuchar en estas últimas semanas. Le resbala.
Comienza ya a pagar su deuda con los golpistas y defraudadores catalanes y con los proetarras. El Partido Socialista de Navarra permitirá que Bildu se haga con la alcaldía de Pamplona, (Navarra, norte de España) con una moción de censura que desbancará a la alcaldesa del partido mas votado por los pamploneses, la Unión del Pueblo Navarro.
Los socialistas navarros, si tuvieran todavía los principios que defendían, no entregarían la capital navarra a los herederos de ETA. Sánchez miente, es un hecho. Mintió a sus socios, a sus electores, a las instituciones de Estado. Miente en Europa, cuando habla y cuando calla. Cambiar de opinión, le llama él.
Ayer en el Parlamento Navarro se escuchó la palabra escoria. Es lo mínimo que el Partido Socialista Navarro se merecía oír.