Mucho se ha hablado de los resultados de los exámenes PISA y dónde se encuentran ubicados los estudiantes dominicanos.
No es mucho lo que se ha logrado avanzar en 16 años de inversión del 4 por ciento del PIB en educación y una de las razones para eso es la falta de maestros.
En el país encontramos algunos muy buenos maestros, de esos que hacen la diferencia, que dan el todo por el todo por sus estudiantes y que se esmeran para que estos aprendan lo necesario para echar adelante.
Luego tenemos los otros maestros, los que solo piensan en el día libre, en la reunión de profesores en fechas de clases y más importante aún, los que se niegan a ser evaluados para determinar si realmente son competentes.
La clase magisterial ha recibido significativos aumentos en esta década y media, pero el desempeño de ellos no se corresponde con esos aumentos.
Peor aún, que el 71 % de los aspirantes a ser maestros reprueben los exámenes para optar por las plazas disponibles es más que alarmante.
Nunca mejoraremos en materia de educación si no contamos con maestros adecuados para enseñar a nuestros niños.