El 2023 estuvo lleno de buenos álbumes y la editora de música de The Associated Press, Maria Sherman escogió a los mejores del año.
No todos pudieron ser incluidos, “SOS” de SZA fue lanzado en diciembre de 2022, “Like…?” de Ice Spice no es un álbum de larga duración y las 11 nominaciones para el Grammy de “Barbie the Album” son un reconocimiento suficiente.
A continuación, la lista de los 10 mejores, todos ocupan el mismo nivel, no compiten entre ellos. Saquen sus audífonos.
«Génesis», Peso Pluma
El año pertenece a los artistas regionales mexicanos, que llevaron su banda, norteño, mariachi, sierreño y más a geografías mucho más allá de México y el suroeste de Estados Unidos.
Como dijo Carín León a The Associated Press a principios de este año, ya no es “regional”, sino “música global”.
A la cabeza está Peso Pluma, cuyo tercer álbum de estudio, “Génesis”, se convirtió en el álbum regional mexicano en alcanzar los puestos más altos en los listados de todos los tiempos.
A lo largo de 14 temas, Pluma combina la arrogancia contemporánea con los corridos tumbados, llevando música colorida y alguna vez marginada a las masas y haciéndola suya al mismo tiempo.
“GUTS”, Olivia Rodrigo
En los dos años transcurridos desde que su conmovedora balada “drivers License” arrasó como una bola de demolición, Olivia Rodrigo experimentó mucha vida en un período corto, lo que dio como resultado “GUTS”, su segundo álbum.
A lo largo de 12 temas de baladas conmovedoras y pop-punk inspirado en el movimiento feminista alternativo riot grrrl, Rodrigo crea una banda sonora experta sobre la agonía de la fama y a la experiencia de entrar en sus años 20.
Desde la balada de piano chupasangre “vampire”, hasta el descarado himno de reincidencia “bad idea right?”, o los gritos que remiten a Joan Didion en “all-american bitch”, Rodrigo hace una buena limonada con los limones de la vida: un tratado sonoro sobre la insatisfacción de una mujer joven.
“Lucky”, Megan Moroney
Vayamos directo al grano: la música country dominó este año. “Last Night” de Morgan Wallen y la versión de Luke Combs de “Fast Car” de Tracy Chapman se mantuvieron en la cima de las listas de Billboard durante la mayor parte de 2023.
Pero más allá de esas impresionantes cifras debería estar el reconocimiento a Megan Moroney, cuyo estelar álbum debut “Lucky surgió completamente sólido y sin la bravuconería masculina que caracteriza gran parte del lado más comercial del género.
Su sencillo “Tennessee Orange” fue omnipresente en la radio country este año, pero es la totalidad de “Lucky” -y la posición de Moroney como compositora de la Generación Z con una agudeza al nivel de Taylor Swift- lo que la convierte en alguien a quien hay que seguir de cerca.
“Hackney Diamonds”, The Rolling Stones
Antes de “Hackney Diamonds”, los Rolling Stones no habían lanzado un álbum con material original en 18 años.
Su álbum anterior con temas inéditos era “A Bigger Bang” de 2005, y no fue la más grande explosión. Nadie vio venir este álbum, tan crudo y rockero como siempre: una colección de 12 canciones crepitantes, la primera desde la muerte del baterista Charlie Watts en 2021, producido por Andrew Watt (conocido por su trabajo con Post Malone y Justin Bieber), con Lady Gaga como invitada, una entusiasta adición a su ya legendaria discografía.
Eso son los Stones, es como si hubieran inventado nuevas formas de abordar la longevidad. Jocelyn Noveck de AP señaló: Este álbum es su mejor trabajo nuevo en décadas, firme, concentrado, lleno de corazón y arrogancia.
“Raven”, Kelela
En su segundo álbum, “Raven”, la cantante de R&B Kelela ofrece una clase magistral de música dance sensual y experiencias de la maternidad queer negra.
Ella suele enviar a sus posibles colaboradores una lista de lecturas que incluye a la autora negra bell hooks y el libro “Decolonizing Love in a World Rigged for Black Women’s Loneliness” (Descolonizar el amor en un mundo amañado para la soledad de las mujeres negras) de Shaadi Devereaux.
Si inspirarse con el garage del Reino Unido, el house y la electrónica de los 90 se han convertido en una tendencia en 2023, Kelela lo hace con una intensidad contenida: voces conmovedoras sobre ritmos dance, música brumosa al atardecer ambientada en un club retro, como en el sencillo “Contact”.
“Loneliness, I see in your eyes / It might just render you blind” (Soledad, la veo en tus ojos / Podría dejarte ciego), canta. “Baby, let’s dance it away” (Vamos a quitarla bailando).
“Mañana será bonito”, Karol G
Se necesitaron décadas para que el reggaetón fuera reconocido en el ámbito general y fuera de las comunidades latinas que lo crearon: música que incluye dancehall riddims jamaiquinos, el underground puertorriqueño, reggae en español panameño, hip hop neoyorquino y más.
Pero incluso ahora, cuando el reggaetón goza de éxito mundial, los hombres dominan la conversación: Bad Bunny, Daddy Yankee, J Balvin y Rauw Alejandro, por nombrar algunos.
En “Mañana será bonito”, el mejor álbum de la discografía de Karol G, la superestrella colombiana demuestra que ha habido un serio desequilibrio entre los géneros.
Este álbum debe considerarse parte de un canon moderno por el explosivo dem bow de “Ojos Ferrari”, la bailable “Cairo”, el dueto “TQG” con Shakira, y los afrobeats de “Carolina”, por mencionar algunas.
“New Blue Sun”, André 3000
No es un disco de rap, pero su primer tema se titula “I Swear, I Really Wanted to Make a ‘Rap’ Album but This Is Literally the Way the Wind Blew Me This Time” (Lo juro, realmente quería hacer un álbum de ‘Rap’, pero esta es literalmente la forma en que el viento me llevó esta vez).
Esa canción incluye al jazzista alternativo de California Carlos Niño y marca la pauta para el lanzamiento más atrevido de 2023.
Por primera vez en 17 años, André 3000, la mitad del dúo de hip hop estelar Outkast, ha lanzado un nuevo álbum de material original.
A lo largo de 87 minutos, el innovador musical toca más de 40 tipos diferentes de flautas de todo el mundo en este LP de jazz ambiental.
Es una experiencia auditiva minimalista y meditativa: en algunos aspectos, antiguo y, en otros, una extensión del afrofuturismo que André 3000 se ha esforzado por poner en primer plano.
En 2014, le dijo a la AP que se preguntaba si siempre sería sólo tipo de “¡Hey Ya!”. Puede estar seguro de que no.
“Sundial”, Noname
En poco más de media hora, “Sundial” de Noname sacude a la audiencia de la rapera y poeta de Chicago. El álbum es una continuación polémica y confrontativa del espíritu que se siente en “Room 25” de 2018, que se centra en el arte negro y al mismo tiempo desentraña las formas en que se explota.
Una pieza destacada es “Namesake”, una pista donde Noname señala los vínculos de Rihanna, Beyoncé y Kendrick Lamar con la NFL.
“War machine gets glamorized / We play the game to pass the time” (La máquina de guerra se vuelve glamorosa / Jugamos el juego para pasar el tiempo), rapea, antes de enfocarse en sí misma y en sus propias contradicciones.
Dilemas ideológicos: decirle la verdad al poder y luego resaltar los casos en los que eso falla: abundan, entregados en paquetes llamativos.
“Rat Saw God”, Wednesday
La banda más emocionante del rock indie contemporáneo se inspiró en la banda de rock/country alternativo Drive-By Truckers, lo que ofrece una sensibilidad donde la narración (llevar al oyente a las zonas tranquilas de una ciudad de las Carolinas) es una parte tan importante del tejido sonoro como las guitarras lap Steel o un verso poético cantado fuera de sintonía.
En el corazón de “Rat Saw God”, el quinto álbum de Wednesday, hay una tensión que se desarrolla como un abrazo sónico.
Es un álbum sobre las complicaciones de la identidad sureña, el orgullo, la determinación, la vergüenza y las particularidades de la geografía estadounidense que se manifiestan en canciones sobre ametralladoras, pilotos de carreras, grillos, camiones, Dollywood, sedanes y el medicamento contra las sobredosis Narcan. Evocador, por decir lo menos.
“My Soft Machine”, Arlo Parks
No ha pasado mucho tiempo desde que Arlo Parks se dio a conocer en 2021, cuando su estilo único de R&B introspectivo le valió un premio Mercury y dos nominaciones al Grammy por su álbum debut “Collapsed in Sunbeams”.
La aguda comprensión de Parks sobre el hastío de los veinteañeros no ha hecho más que agudizarse.
En “My Soft Machine”, navega con destreza por una increíble diversidad de sonidos: guitarras reverberadas y voces entrecortadas de “Purple Phase”, el pop-rock-soul de los años 2000 de “Devotion”, el borroso retro de “Room (red wings)”, y la dulce canción de amor “Impurities”.
Se las arregla para tejer sonidos que no deberían encajar del todo, encontrando congruencia en sus suaves melodías y su lirismo romántico.