Adoptamos muchas celebraciones de otros países y si el evento significa reunir un grupo de personas a comer, pues con más agrado lo hacemos nuestro.
El penúltimo jueves de noviembre se conmemora el día de Acción de gracias en Estados Unidos (denominado ‘Thanksgiving’ en inglés) y, sin duda, lo más relevante de este día es su variedad gastronómica. Los platos típicos incluyen el pavo como protagonista, cocido al horno, con un relleno y salsa característica, puré de batata o papas con malvaviscos, pastel de calabaza, pastel de maíz y otras opciones variadas.
Definitivamente el motivo es agradable de compartir y replicar, pero sin duda, marca el inicio de una serie de festividades que, en lo adelante, representan un alto impacto en el control de peso, control de presión arterial (por exceso de sal y alcohol), de glicemia, colesterol, ácido úrico y otras alteraciones.
¿Será posible llevar una dieta en tiempos festivos? La realidad es que si se visualiza una alimentación saludable como un patrón restrictivo, la respuesta es que no. Pero, si nos apegamos a una rutina diaria en la que los alimentos, todos, forman parte equilibrada de una estructura de alimentación, podría ser perfectamente posible. Dicen popularmente que estamos tan desorientados que llamamos “dieta” a comer saludable.
La recomendación es ser puntual con algunos factores:
- Mantenga su rutina de ejercicios.
- Limite el consumo excesivo de alcohol.
- Controle las porciones.
La tendencia en esta fecha es al descontrol en la selección de los alimentos, pero de forma continua, no de forma esporádica. Tengo que resaltar que comer algo que no es etiquetado como saludable no representa el principal problema, sino más bien, la continuidad, abuso o abundancia en el consumo de ello.
Es el momento también de disfrutar en familia, de priorizar en lo verdaderamente importante y de lo más relevante, ser agradecidos.
Cuidar de nuestra salud es una muestra de agradecimiento, por lo que considere ser moderado, mantener el balance y aproveche para darse cuenta de que una alimentación restrictiva es insostenible en el tiempo.