Por segundo año consecutivo, el mes de noviembre se tiñe de tragedia en la República Dominicana, específicamente en la capital, Santo Domingo, debido a las intensas lluvias.
Pero contrario a lo sucedido en el 2022, este año no hubo sorpresas en lo acontecido.
Desde el martes se anunció lo que venía y, lamentablemente, no se hizo suficiente para impedir una de las peores tragedias, por un fenómeno natural, en la historia del país.
Más de 20 personas perdieron sus vidas por las lluvias, incluyendo nueve por el desplome de una pared del paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez.
Obras Públicas se despachó con un comunicado queriendo culpar al gobierno que construyó el túnel.
¿Por qué no se cerró el paso por ese tramo si desde tempranas horas del sábado se reportaba que el muro estaba filtrando agua?
El jefe del Centro de Operaciones de Emergencia anunció a primeras horas de la tarde que pedía permiso para irse a la boda de su hijo. ¿Era tan leve el fenómeno?
Los resultados nos dicen todo lo contrario. ¿En qué momento se asumirán las consecuencias por las acciones no tomadas?