Tenemos que elegir entre escuchar una canción u otra. El negocio está claro: queremos que algunos artistas vengan el año que viene. Este año solo tiene un mes para acabar en compañía de un montón de fuegos artificiales.
Como sabemos, para estos meses se traen a algunos artistas y vamos a los conciertos. Con alguno que otro piano al hombro, para los próximos días, vendrán algunos artistas que todo el mundo espera: la gente tiene el bolsillo despierto para ir al lugar que se fije para ver a la celebridad. Quieres tomar fotos.
Algunos de “nuestros ídolos” nunca los veremos en conciertos locales, eso es cierto. Para verlos, tenemos que viajar al extranjero. Fue lo que hicieron algunas amigas en meses recientes. Empacaron y se fueron a Chicago donde la megaestrella se presentaría con gran aparataje de “nuevo artista”, esos en los que los Millenials creen a rajatabla. El artista estuvo bien y el viaje, parece que estuvo bien también, aunque no les he preguntado cómo fue todo.
Estos “nuevos artistas” no están tan acostumbrados a las grandes multitudes como Madonna o la misma Rihanna, o en el escenario local a Tokisha que tiene algunas tablas en su cuenta. Por ello, podemos decir que los “nuevos artistas” siguen a viejos ídolos para aprender cómo moverse en grandes escenarios (los han visto). No es lo mismo un nuevo artista que las leyendas David Lee Roth o Dave Gahan, seamos claros.
Como corroboran los mapas náuticos, es muy común por estos días, que la gente vaya a conciertos desde otras localidades. Como siempre, la gente aprende casi de inmediato a cómo ver un espectáculo, cómo ir a los hoteles donde todo estará bien: las sábanas, los tragos y el ambiente (los chicos de Modjo entenderían esto como un viejo teorema).
No esperas que esto sea un desastre: que la comida sea mala, que la gente te mire mal y que las bebidas no existan. Es una broma porque estas muchachas tienen la edad del artista que no es más de 25 años: de modo que lo de las bebidas lo dejaremos para más adelante.
En algo que dejaría estupefacto a Husserl, hay una disyuntiva que otros se hacen: ir al concierto o esperar al próximo año para “viajar bien”. Ir a un concierto en el país no será tan caro como un viaje. En las redes sociales y en todas partes, se hizo la promoción de los precios y la gente se alarmó. Los presentadores nos dirán: “eso es lo que tienes que pagar”. “Eso es lo que nuestro artista vale en una gran noche”.
Como una lluvia de estrellas, llegan otras preguntas: por qué no traen a otros artistas. ¿Por qué estos fueron los seleccionados? La respuesta es simple: los tours son así de simples. Por ejemplo, Taylor Swift tiene un tour (The Eras tour), en el que Santo Domingo no está elegido: ¿qué podemos hacer? La respuesta es simple: ir a verla en otra parte. Las estrellas no siempre se mueven cuando ven la tierra, como dicen los astrónomos.
La vi en Netflix y uno no siente la necesidad de espiarla en el concierto como haría con Kylie Minogue que cada día está más hermosa. Minogue, por ejemplo, ha decidido sacar otro disco (Tensión, 2023), por lo que podemos decir que está en plena efervescencia creativa, aunque no tenga un documental sobre su vida en Netflix. La música que ha sacado en su nuevo álbum tienes la posibilidad de escucharla muchas veces: la calidad es total.
La verdad es (una verdad que no siempre se quiere escuchar), que los conciertos son un gran negocio para el artista. No tengo los números de los encuentros de Gaga en sus conciertos: qué tanto ha hecho en el bolsillo. Pero como dice Gaga en Art Pop, I just love the music not the bling, “solo me gusta la música no lo costoso”.
Lady Gaga ha dicho que su canción A million reasons, escrita en compañía de Mark Ronson y Hillary Lindsay es buena para gente que está atravesando por dificultades (mucha gente), y lo ha explicado antes de cantarla. En su álbum, Art Pop podemos verla en toda su belleza. ¿Podremos verla en el país? Soñemos un chin que no cuesta. Una buena noticia: para los próximos años tendremos un estadio en el estilo de las Grandes Ligas, de modo que entiendo que podrá ser usado para grandes conciertos.
Algunas personas tienden a decir que tenemos lo que tenemos: a Elton y a otros. Pero otros dicen: podemos exigir a los empresarios, como fans (si estuviéramos organizados), que estos artistas sean traídos. Puedes imaginar a Paul McCartney en Altos de Chavón, me diría alguno.
La verdad es que el Beatle está preocupado con la gran noticia: la canción que la IA ha sacado en la que John Lennon participa con los demás Beatles en una canción que llega al primer lugar en Inglaterra. Es una recreación bastante fidedigna que ahora conocemos: Now and Then. He leído algunas críticas a todo este proceso y como yo, la respuesta de toda la comunidad del rock del mundo es la sorpresa (una agradable sorpresa), porque la resurrección de algunas obras puede valer el precio de entrada.
Paul McCartney ha dicho algunas cosas sobre el proyecto pero lo cierto es que es mágico: en todas partes del mundo vimos a la gente llorar de felicidad por la nueva canción de Los Beatles, en un tiempo que es muy difícil. Los ciudadanos modernos han aprendido a recibir noticias agradables y malas al mismo tiempo.
La lista de los artistas que puede venir el año próximo es grande. Los inversionistas van a lo claro: algunas decisiones pueden ser malas. Traer a Coldplay fue un éxito: la gente le gustó y fue un gran concierto. Con esa referencia, otros artistas pueden ser traídos, esos que son muy conocidos.
Los viejos tiempos en que los artistas iban al Maunaloa están lejanos: ahora tenemos otros lugares. Para este final de año, los empresarios nos han hablado de muchas sorpresas. Las fiestas que serán amenizadas por el motivo del adiós al 2023 y el hola al 2024, son otro tema que es bien conocido: el dominicano gusta de escuchar su música.
Ocurría algo en los ochentas: algunas muchachas que iban al concierto, esperaban a que finalizara para saludar al artista en el camerino y luego tomarse una foto con la estrella. Ahora, eso no es tan fácil por la protección que tienen los artistas en el backstage.
Por ejemplo, Taylor Swift le dio un gran saludo (se colgó de él y le dio un beso), a su nueva pareja que estaba en el escenario. No creo que ella querría que un fan se acercara al escenario o a los bastidores para tomarse una foto que presumiblemente subiría a las redes sociales.
Un analista dirá: que traigan los que tengan que traer, pero no nos dejen sin circo, sin espectáculo y sin ocio. Para él, la verdad tiene que ser dicha: la canción de Los Beatles esta enormemente buena, de modo que todo el mundo tiene que oírla. Para invertir un poco de tiempo en esa canción, las redes son útiles.
Todavía no sabemos cuál es la respuesta de la gente a esta canción en términos de ganancias, pero lo cierto es que Paul y los demás, saben que esto es histórico.