Los virus y las bacterias son microorganismos que pueden causar enfermedades contagiosas en humanos. Para evitar enfermarte y prevenir la propagación de estas enfermedades, es fundamental seguir algunas pautas de higiene y prácticas saludables. Aquí te presentamos consejos para protegerte a ti y a quienes te rodean:
Lavado de manos: Lávate las manos regularmente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de estar en lugares públicos, toser o estornudar, o después de tocar superficies comunes.
Desinfección: Utiliza desinfectante de manos a base de alcohol cuando no tengas acceso a agua y jabón. Limpia las superficies de alto contacto en tu hogar y lugar de trabajo con regularidad.
Etiqueta respiratoria: Cubre tu boca y nariz con un pañuelo desechable o el codo flexionado al toser o estornudar. Desecha los pañuelos usados de inmediato.
Distanciamiento social: Mantén una distancia segura de al menos un metro con las personas que no pertenecen a tu hogar, especialmente en lugares concurridos.
Uso de mascarillas: Usa mascarillas en espacios públicos donde el distanciamiento social es difícil de mantener. Esto ayuda a reducir la propagación de virus y bacterias.
Evita tocarte la cara: No te toques los ojos, la nariz ni la boca sin haberte lavado las manos, ya que estas son vías de entrada para los microorganismos.
Higiene de alimentos: Lava y cocina adecuadamente frutas, verduras y carne para prevenir infecciones transmitidas por alimentos. Evita compartir utensilios y platos con personas enfermas.
Vacunación: Mantén tus vacunas al día. Las vacunas son una forma efectiva de prevenir enfermedades contagiosas, como la gripe o el sarampión.
Aislamiento en caso de enfermedad: Si te sientes enfermo o has estado en contacto con alguien con una enfermedad contagiosa, aíslate y busca atención médica si es necesario.
Educación y conciencia: Mantente informado sobre las últimas recomendaciones de salud pública y comparte esa información con amigos y familiares.
Ventilación: Asegúrate de que los espacios interiores estén bien ventilados, ya que esto reduce la concentración de virus en el aire.
Higiene personal: Mantén una buena higiene personal, como bañarte regularmente y lavar tu ropa y utensilios personales.
Recuerda que prevenir la propagación de enfermedades contagiosas es responsabilidad de todos. Siguiendo estas prácticas de higiene y salud, puedes reducir el riesgo de enfermarte y proteger a quienes te rodean.