Teófilo Rizek arribó al país el 18/7/1906, desembarcando por Puerto Plata, procedente de Nazaret, Palestina. Conforme su ficha de Inmigración de 1942, era comerciante, blanco de 5 pies y 105 libras, ojos y pelo castaños con calvicie pronunciada, residente en la Ave. Presidente Trujillo 154 de San Francisco de Macorís. De 52 años y estado civil soltero (divorciado). En 1945 se le ubicaba como agricultor en la sección Casa de Alto, común de Pimentel. Al año siguiente, en Monte Negro, San Francisco de Macorís, con fecha de entrada al país 14/10/1909. En 1947 figuraba como empleado de comercio radicado en la Presidente Trujillo 6.
Teófilo es el único Rizek que aparece en la base de permisos de residencia otorgados por Interior y Policía conservados en el AGN, que cubre el período 1935-50. Un apellido palestino que hoy tiene 531 registros en el país, 370 en EEUU, 141 en Brasil, 49 en Canadá y 47 en Eslovaquia. Con baja presencia en Medio Oriente: 16 en Israel y sólo 1 tanto en Siria, Líbano, Arabia Saudita como en Emiratos Unidos. La variante grafía Rizk figura actualmente con 1543 a nivel global, a la cual se añaden Razek, Rezek, Razik, Rizik y Resek.
Sin embargo, Teófilo no fue ciertamente el único que ingresó al país entre finales del siglo XIX e inicios del XX. Por mi fraterno Alfredo Rizek Billini sabemos que su abuelo Luis Rizek llegó por el puerto de Sánchez, casado con la joven Josefa Khoury, con quien procreó 14 vástagos divididos parejos entre hombres y mujeres.
Hoy, el apellido Rizek, asentado originalmente en San Francisco de Macorís, es sinónimo de aportes valiosos a nuestro desarrollo económico y social, a la educación, los deportes y la cultura. Cubriendo una presencia dinámica más que centenaria y trascendiendo fronteras como sinónimo de calidad en el competitivo mercado del cacao, dominado por Costa de Marfil y Ghana, cuyas exportaciones alcanzan 60% de la torta estadística mundial. En el cual colocamos 218 millones de dólares en 2021, ocupando el 9no lugar.
Otro de esos troncos Rizek habría llegado a finales del siglo XIX. De acuerdo a la memoria familiar, Salim Rizek y Altagracia Rizek se trasladaron desde Nazaret, Palestina, a Santo Domingo en busca de nuevos horizontes. Más adelante, los siguió su hijo Nazario Rizek Rizek, quien creó su propia empresa dedicada al negociado de café, cacao y arroz. De la unión de Nazario con la dama Badia Llabaly Abdeo, nacieron Salomón, Héctor José, José Nazario, Hasnes Argentina (Tina), Carmen Latife y Lidia Eduviges, que han formado sus respectivas familias.
En la década del 50 Héctor J. Rizek Llabaly, doctorado en Derecho en la Universidad de Santo Domingo, asumiría las riendas de la empresa familiar y realizaría adquisiciones masivas de tierras para destinarlas al cultivo del cacao. Seducido por el boscaje acogedor de sus plantaciones y el misterioso aroma de este fruto de cuya almendra elaboraban los aztecas una bebida de relieve divino.
Tras la decapitación de la dictadura de Trujillo, signada por su vocación monopólica, Nazario Rizek C x A incursionaría en las exportaciones de café y cacao, convirtiéndose en pocos años en una de las mayores empresas del ramo. A finales de los 90, avizorando tendencias más exigentes de los consumidores atraídos por nuevos enfoques nutricionales y de justiprecio a favor del agricultor amigable con el medioambiente, se movería a los promisorios renglones de cacao orgánico certificado –cuyo 1er lote se embarcó en 2001- y del grano fermentado que hoy nos acredita bajo la denominación Hispaniola.
A raíz del paso devastador del huracán Georges, en 1998, la empresa impulsó un programa de auxilio financiero y técnico a los pequeños cacaocultores afectados, beneficiando a unas 2 mil fincas, que hoy continúa multiplicado bajo la sombrilla de la Fundación para la Asistencia Social Recuperación y Manejo Orgánico de Plantaciones Cacaoteras (FUPAROCA), entidad sin fines de lucro que integra miles de afiliados. Enfatizando el manejo integrado de suelos y plagas, la preservación medioambiental, así como la cobertura sanitaria y capacitación de la comunidad.
En el curso de esta historia, en 2005, surgiría Rizek Cacao, como subsidiaria de Nazario Rizek, y en 2011 se constituiría KahKow, una incursión vanguardista y apuesta previsora en el creciente mercado de chocolate gourmet que marca las actuales tendencias globales.
De este modo, los Rizek –que mantienen un liderazgo en la elaboración de cacao orgánico fermentado fino y de aroma, con unas 37 plantaciones cacaotaleras propias- han desarrollado en la última década una amplia gama de productos de chocolatería bajo la marca Kah Kow, de calidad gourmet y verdadera clase mundial. Figurando en su portafolio las tabletas de 50 gramos en empaques de esmerado diseño, versionadas en 55%, 62%, 70% y 82% contenido de cacao, así como otra procesada con leche. Asimismo, la línea profesional ofrece envases de 1 kilo y medio kilo en opciones que llegan hasta 100% cacao, óptima para pastelería y consumo hogareño. Bolsas de cacao en polvo y de granilla de cacao tostado. Y los carrés con pequeñas porciones para degustar que contienen las cinco formulaciones básicas que produce la casa.
Los productos Kah Kow incluyen bolsas de Chocolate a la Taza, Polvo de Cacao Natural Orgánico, Thin Chocolate Bark Almonds with Sea Salt, barras de granola, bombones, al igual que pasta de Chocodamia presentada en pomo de 300 gramos, incorporando esta semilla prodigiosa que se cosecha en Loma Quita Espuela mezclada con el aromático grano. Desde la tienda demostración original de Blue Mall, al ilustrativo Museo-Tienda de la calle Las Damas en la Zona Colonial, pasando por las órdenes Online, hasta nuevos locales destinados a promover la cultura del chocolate entre los amantes de este salutífero alimento en Estados Unidos, Kah Kow llega a los consumidores, cubriendo también los supermercados.
El Museo del Cacao de la Zona Colonial, una gran atracción turística, aloja una muestra pedagógica y vivencial del proceso de cultivo de las mazorcas y tratamiento de los granos, así como de su aprovechamiento artesanal e industrial, permitiendo a los visitantes convertirse in situ en fabricantes de sus propias barras de chocolate. Asimismo, los Rizek han organizado en su Hacienda La Esmeralda de Macorís un recorrido por el Sendero del Cacao destinado a fomentar un mayor conocimiento sobre el hábitat de esta planta y la cultura asociada a su siembra y cuidado.
Una de las apuestas principales del Grupo Rizek ha sido cualificar al nivel de excelencia su oferta cacaotalera, contratando técnicos de clase mundial para aplicar procesos estandarizados homogéneos de trazabilidad en la producción y elaboración de los bienes que colocan en el mercado, bajo el concepto de Total Quality Control (TQC). Igualmente, esmerándose en la difusión, entre los pequeños agricultores asociados, de las normas de calificación de la agricultura orgánica, a fin de garantizar las certificaciones cuyos sellos emiten entes especializados. Entre ellos, el de Fair Trade.
En un mercado marcado por elevados rangos de competencia, el Grupo Rizek, a través de su línea subsidiaria Kah Kow, ha sabido estar presente en los principales certámenes que se realizan anualmente en América, Europa y Japón en torno al cacao y la elaboración de chocolate en sus múltiples presentaciones comerciales, en especial en los renglones de chocolate fino o gourmet. En este sentido, sus ofertas han logrado acreditarse con premiaciones de bronce en 2018, oro y plata en 2021, entre otros galardones otorgados en los International Chocolate Awards.
Sin dudas, don Héctor Rizek Llabaly, nacido en 1931 en San Francisco de Macorís, en su calidad de veterano productor exportador de cacao, es el artífice principal de uno de los desarrollos agro empresariales más impresionantes de los últimos tiempos. Contribuyendo con un esfuerzo tenaz y visionario a posicionar nuestra preciada almendra en el top ten de los mercados mundiales de este grano mágico, cuyos derivados achocolatados deleitan por igual a grandes y chicos. Como lo evidencia con creces la exitosa filmografía: Willy Wonka & the Chocolate Factory de 1971, Charlie and the Chocolate Factory de 2005 y Wonka del 2023.
La presencia de don Héctor, todo un caballero de trato cortés y firmes convicciones, con experiencia curtida en el trabajo de generaciones ligadas a la tierra y al comercio, benefició los debates y decisiones de la Junta Monetaria -a cuya matrícula perteneció como miembro titular- en tiempos de estabilidad y en momentos difíciles. Respetado por sus méritos y talante, su sabia opinión en el órgano rector de la política monetaria y financiera tenía peso plomizo.
Promotor de la Universidad Católica Nordestana, cuya fundación presidió, con 20,260 egresados y 4,200 estudiantes activos. Rotario puntual, sus aportes comunitarios pasan por los deportes y han sido reconocidos por la AIRD en su 60 aniversario con el Galardón al Mérito Industrial.
Casado con la dama Ela Sarah Sued Eloy, la regla de paridad de género reproductivo se reiteró en la nueva camada con Héctor José, Samir, Ela Sarah y Roxanna, quienes han dado continuidad a la vocación emprendedora familiar, diversificando la presencia del Grupo Rizek en otras esferas de negocios, al tiempo de profundizar en la base agro empresarial.
Entre las nuevas áreas figura la operación de la franquicia de fitness Gold Gym. Parval Puesto de Bolsa, una herramienta de asesoría e intermediación en el emergente mercado de valores con operaciones como la compra por cuenta del Estado del saldo accionario de PDVSA en Refidomsa. GAM Capital, sociedad administradora de fondos de inversión. Adquisición a Scotiabank de la AFP Crecer y de Seguros Crecer en 2018. Participación, en alianza con el grupo Corripio, en la Editora Listín Diario, que publica el matutino homónimo decano de la prensa nacional. Promoción de proyectos turísticos, como Punta Arena, en Los Corbanitos, Peravia, en asociación con los grupos Puntacana y Selman.
Aportes Rizek al desarrollo dominicano.