Un paso acertado. Una inspección técnica de las obras sobre el río Dajabón a ambos lados de la frontera podrá aclarar cuestiones que la opinión pública no necesariamente maneja.
La calidad de la construcción del canal haitiano, así como su posición y trazado, ha sido muy criticada por ingenieros y ambientalistas. Es uno de los argumentos -el ambiental- que la diplomacia dominicana ha esgrimido en los foros de la comunidad internacional. La misión de la OEA habrá podido recibir las explicaciones precisas y si se lo permitieran, cruzar al lado haitiano daría mayor valor al informe.
La primera diferencia de criterios versó sobre si el canal era “de riego” o un “trasvase” del río. No es una diferencia que se pueda despreciar y hay maneras de valorar adecuadamente el riesgo que uno y otro suponen.
Confiemos en que el informe de la OEA hará justicia al derecho internacional y a los tratados firmados. La postura actual de Haití, de no abrir la frontera ni siquiera al comercio que necesita, no augura buenas relaciones, pero la comunidad internacional, con un informe imparcial, podrá mediar mejor.