El Banco CAF de América Latina presentó este viernes el estudio “Desigualdades heredadas: el rol de las habilidades, el empleo y la riqueza en las oportunidades de las nuevas generaciones”, en el que se analiza cómo los aspectos que mantienen la desigualdad social en el tiempo permanencen durante generaciones.
Durante la presentación del análisis, realizado en el auditorio del Congreso Nacional, el ministro de Hacienda, José Manuel –Jochi- Vicente, explicó que la desigualdad en América Latina y el Caribe se manifiesta de manera sistemática en diferentes dimensiones del bienestar como la riqueza, la educación, la tenencia de mejores tierras y las oportunidades laborales.
“Las brechas sociales y económicas de nuestra región son generadas por la segmentación de la estructura productiva, en la que sectores modernos tecnológicamente dinámicos conviven con sectores más tradicionales, los cuales suponen una mayor parte de la estructura económica y el empleo, pero que son de baja productividad e ingresos”, puntualizó el ministro.
En ese sentido, explicó que esto se manifiesta, más concretamente, en la falta de equidad de género y una baja calidad educativa.
El gran reto: vencer la desigualdad y lograr cohesión social
El reporte
“El reporte muestra, propone explicaciones y provee evidencias, de cómo la desigualdad se transmite de una generación a otra y de cómo se genera inmovilidad económica y social en la región”, indicó el ministro de Economía, Pavel Isa Contreras.
Dijo que explora, con más profundidad, los canales de transmisión de la inequidad de padres a hijos, desde la movilidad educativa hasta la movilidad ocupacional y de ingresos.
“La insuficiencia en una generación limita la posibilidad de alcanzar logros para las generaciones que le preceden, porque la capacidad de los padres de lograr que sus hijos adquieran nuevas destrezas y capacidades quedan restringidas», dijo Isa Contreras sobre el informe.
Explicó que los Estados de la región no han tenido la fuerza para que las cosas «caminen en una dirección distinta».
Asimismo, explicó que tanto la inequidad como la inamovilidad afectan de manera “desproporcionada” a las mujeres, a quienes viven en zonas rurales y a la población afrodescendiente e indígena en la región. “Extrañé una mención sobre las personas con discapacidad (…) probablemente, los datos restrinjan la posibilidad de hacerlo”, indicó.
Cambio de políticas públicas
Para la economista principal del Banco CAF, Dolores de la Mata, el cambio de políticas públicas es fundamental para romper con esos canales de desigualdad intergeneracional.
En el caso del contexto dominicano, considera que, además de mejorar la calidad educativa y hacerla inclusiva y accesible, se debe generar la infraestructura de agua, electricidad y vial en los barrios más vulnerables para reducir las brechas de productividad.
Dijo que todas estas políticas deben estar enfocadas en el acceso a oportunidades.
En el caso laboral, “hay que ver si los empleos de calidad se distribuyen de manera correcta, están concentrados en ciertas áreas». «Si a eso le sumas la segregación residencial y una falta de transporte público, son varias barreras al acceso a buenas oportunidades”.