Celebramos que se hayan puesto de acuerdo en la Cámara de Diputados para aprobar una licencia de paternidad, paso de avanzada para nuestra sociedad y de justicia para los padres que se responsabilizan por sus hijos.
Tras un debate interno que por poco provoca la zozobra del proyecto, los diputados llegaron a un acuerdo que, si bien recorta los días de la licencia de 15 a 10, es un movimiento inteligente a favor del fortalecimiento de la familia.
Es importante el requisito que establece la ley a los padres asalariados, pues tendrán que presentar evidencia previa del embarazo de la madre de su hijo, así como el certificado de nacimiento correspondiente posterior a que ocurra el parto.
Ambas medidas deben atajar el oportunismo entre aquellos que intenten sacar provecho del beneficio, pero no quieran cumplir sus responsabilidades.
Esperamos que el proyecto siga su camino en el proceso legislativo y acabe puesto en acción, de modo que los padres y madres sepan que podrán darse apoyo mutuo durante ese momento del nacimiento de un hijo, uno de gran significado emocional.