Las auditorías de Contraloría no han dejado a nadie indiferente. El Espía ha preguntado por los despachos de los altos perremeístas y detectado cierta sorpresa por su publicación abierta.
Para unos, es fuego amigo pero no saben muy bien la intención. Para otros una genialidad de los “guruses” de Palacio que han logrado que su jefe directo aparezca como el paladín del bien. Otros se preguntan cómo va a interpretar la población ese palo acechao’ a sus propios funcionarios…