Los abogados deben tener cuidado con lo que dicen y declaran cuando están hablando con la prensa, porque muchas veces saltan con cosas que no tienen siquiera sentido.
Ya sabemos que los imputados, casi automáticamente, se enferman de gravedad una vez se conocen medidas de coerción en su contra y más cuando se habla de prisión preventiva.
Pero alegar que una persona tiene cinco días sin orinar por estar presa, es hasta absurdo.