El año escolar cerró y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) lo declaró como uno desastroso. En el Ministerio de Educación tampoco acabaron muy contentos.
En ese escenario, lo que se espera es que los principales actores del sistema educativo no se vayan de vacaciones, incluidos los maestros, y que aprovechen estos casi tres meses para poner las escuelas en orden.
Hay mucho que hacer, resolver problemas de infraestructura, suministros, libros de textos, materiales educativos y conceptos filosóficos de la educación.
Entonces, ¿por qué no cancelar ese periodo de receso y poner a todos a trabajar para que los estudiantes lleguen a unas escuelas listas el próximo año escolar?
Sí, sabemos que no todos se toman ese tiempo libre y que muchos se quedan trabajando, lo que evidentemente no pasa es que trabajan en lo que no se debe.
Hagamos un verdadero esfuerzo por reencaminar la educación. Eso requiere de sacrificios y de cambiar cómo se hacen las cosas. Es obvio que en ese periodo de descanso poco se hace y que los estudiantes llegan a las escuelas a enfrentar los mismos problemas de siempre. ¿Podemos hacerlo diferente esta vez?