Al ministro de la Vivienda, Carlos Bonilla, le ha salido una Acoprovi muy respondona. Como desarrollador de proyectos habitacionales que es, el ministro esperaba que su proyecto de ley gustara un poco más a sus colegas.Pero no ha sido así. La realidad es que el intento de controlar los alquileres no ha funcionado en ningún país a favor del inquilino. Favorecer la inversión para aumentar la oferta de alquiler tiene sentido. Controlar tanto como se propone el ministro, no tanto.