Es la forma, no el fondo, lo que el Tribunal Constitucional ha rechazado en lo concerniente a la resolución 14-22 del Ministerio de Trabajo sobre la regulación laboral de los trabajadores domésticos. Una resolución muy comentada y compartida por la sociedad, por cuanto afecta a cientos de miles de trabajadores y por tanto a cientos de miles de familias dominicanas. La resolución defiende unos derechos que indiscutiblemente los trabajadores domésticos tienen. Pero la aplicación de lo que se propone es sumamente complicada en el contexto de estas relaciones laborales como se establecen en el país.
Que los trabajadores domésticos cuenten con seguro médico, vacaciones pagadas o cesantía, por ejemplo, es justo y se debe regular.
Curiosamente, muchas trabajadoras prefirieron no regularizar sus contratos en el Ministerio, algo que las autoridades deberán contemplar. El trabajo doméstico ha evolucionado en los últimos 15 años de una manera no regulada, pero dirigida en muchas ocasiones por las mismas trabajadoras, que manejan sus horarios con más autonomía que antes. Eso también ha cambiado.