Cien jóvenes rurales que estudien, se dediquen a carreras agropecuarias o cuenten con interés por la agricultura podrían recibir hasta el 10 % de los 593 asentamientos que maneja el Instituto Agrario Dominicano (IAD) de las tierras de la reforma agraria a nivel nacional.
Esto es parte de la primera etapa de un proyecto que la institución realiza junto con el Ministerio de la Juventud para recuperar y mejorar la producción agropecuaria en una parte de estos asentamientos, muchos de los cuales se encuentran abandonados o carecen de un uso productivo.
La iniciativa tiene por objetivo incentivar e incrementar la inserción de la fuerza laboral joven en la agricultura. Asimismo, otorgar recursos financieros para que desarrollen cultivos agrícolas o emprendimientos bajo un enfoque agroindustrial, ecológico o turístico.
“Queremos que los jóvenes se queden produciendo y creando riqueza en su territorio, esa es la idea fundamental”, enfatizó el encargado de Cooperación del Instituto Agrario Dominicano (IAD), Ramón Soto.
Explicó que este programa se conecta con la idea que se tiene desde hace muchos años, a nivel de Estado, de detener la migración juvenil rural hacia las zonas urbanas.
Total de jóvenes rurales en República Dominicana
El informe «Situación de las juventudes rurales en República Dominicana», publicado en agosto del 2022 y realizado por la Corporación Procasur y la secretaría ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC), sostiene que el 17 % del total de jóvenes en República Dominicana reside en territorios rurales, donde representan el 32 % del total de la población en esas zonas. El 28 % tiene entre 15 a 19 años.
El informe establece que un 59 % de estos jóvenes se imaginan viviendo en sus comunidades o en otro territorio rural dentro de los próximos cinco años. El 73 % de ellos realiza alguna actividad de generación de ingresos y el 65 % tiene acceso a tierras, principalmente de propiedad de sus padres o familiares.
En lo que respecta a emprendimientos, el 53 % participaba de algún emprendimiento. El acceso a información y comunicaciones, agua para riego, maquinaria y tecnologías productivas, insumos productivos, crédito para trabajo o inversión, capital de trabajo y asistencia técnica son algunos de los servicios que consideran prioritarios para su sostenibilidad y productividad.
Al respecto, el encargado de Articulación del Ministerio de la Juventud, Alexander Solís, explicó que los jóvenes rurales ven pocas facilidades de desarrollo en los campos, lo que los empuja a enfocarse en otros tipos de producción que no sean las agrícolas. Entiende que esto explica la falta de relevo generacional en esta actividad.
“Muchos (jóvenes) vienen del campo a la ciudad a trabajar en motoconcho o prefieren otros oficios antes que la agricultura, pero esto es por la falta de apoyo del Estado ante este tema”, sostuvo.
Edades
El programa busca incluir a jóvenes entre 16 y 35 años que demuestren vocación agrícola.
Perfiles
Solís, quien figura junto con Soto como uno de los firmantes del acuerdo que el IAD arribó con el ministerio para ejecutar este proyecto, explicó a Diario Libre que será su entidad la que se encargará del proceso de depuración de los posibles beneficiarios de esta propuesta.
Además, se responsabilizará de facilitar asesoría técnica a los jóvenes rurales y de contribuir en la búsqueda de fuentes de financiamiento que sostengan este programa en el tiempo, a través de instituciones como el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) y el Banco de Desarrollo y Exportaciones (Bandex).
Afirmó que el Ministerio ya ha hecho una primera lista de preevaluación con 78 perfiles de jóvenes entre 16 y 35 años que tienen carreras agropecuarias o presentan interés por la agricultura.
Evitó dar detalles sobre estos perfiles, ya que ambas instituciones están trabajando en un reglamento conjunto que puntualice los requisitos de los participantes. Estipula que para mediados de junio tendrían los seleccionados y las primeras entregas se harían en julio.
Ramón Soto indicó que tanto el IAD como el Ministerio de la Juventud recibirán propuestas de los jóvenes rurales que quieran participar, en los cuales se tomarán en cuenta su capacidad emprendedora y el tipo de rubro que podrían desarrollar.
“Esa es una opción. La otra opción sería otorgárselas por el mérito que ya nosotros conocemos, porque muchos de ellos son hijos de parceleros (de las tierras reformadas) y ya tienen un valor adquirido y una responsabilidad que nosotros las conocemos”, sostuvo Ramón Soto.
Sin embargo, indicó que tanto los que presenten propuestas como quienes sean escogidos por méritos deberán cumplir los requisitos que establecerá el reglamento para la selección de los participantes, que está en proceso de redacción.
Cantidad de tareas de tierra
Cada asentamiento agrícola que administra el IAD a nivel nacional tiene entre tres a 20 tareas de tierra, de acuerdo con el encargado de Cooperación Internacional de la entidad, Ramón Soto.
Tierras reformadas
Soto explicó que cada uno de los 593 asentamientos campesinos que tiene el IAD bajo su administración a nivel nacional, contemplan entre tres a 20 tareas de tierra, suficientes “para que una familia pueda sustentarse a través de la agricultura”.
Esto implica que, dependiendo del perfil de los beneficiarios y el proyecto emprendedor que tengan o el rubro que allí desarrollen, cada uno de ellos podría manejar hasta un 10 % de esas tierras.
Al momento de la entrega, los jóvenes recibirán un título provisional. Luego de demostrar su capacidad de ponerla a producir, los conocimientos adquiridos con la asesoría técnica o los resultados de su emprendimiento agropecuario, entonces podría recibir un título definitivo.
“Eso sería luego de demostrarse la productividad y que, propiamente, lo que se les entregó fue usado con vocación agrícola”, acotó.
Valor aportado por los asentamientos
Los cultivos agrícolas que se siembran y se cosechan en los asentamientos campesinos que administra el IAD totalizaron 8,678.4 millones de pesos solo en el primer trimeste del 2023.
Aporte de tierras reformadas a la producción agrícola
Solo en el primer trimestre del 2023, los cultivos que se produjeron en los asentamientos agrícolas que maneja el IAD aportaron 8,678.4 millones de pesos a la producción agrícola nacional.
Estos alimentos, entre los que se contemplan rubros como los cereales, leguminosas, musáceas, raíces y tubérculos, y hortalizas, entre otros, ocuparon una superficie de 584,038 tareas sembradas y 611,189 tareas cosechadas durante este período.
Además de este programa entre el IAD y el Ministerio de la Juventud, el gobierno realiza otras iniciativas para el apoyo a los jóvenes rurales. La semana pasada, el Senado aprobó un préstamo por 12.4 millones de dólares (unos 672,704,500 pesos calculados a una tasa de 54.47 pesos).
Se trata de un convenio de financiamiento entre República Dominicana y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) para la ejecución de un proyecto de inclusión productiva y resiliencia de los jóvenes rurales (Prorural Joven).
Esto se desprende de Prorural, un programa que está siendo coordinado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD). Tiene el objetivo de “superar la persistencia de la pobreza monetaria de la vulnerabilida de las familias pobres rurales, a través del apoyo de planes de inclusión y resiliencia”, explica una nota informativa colgada en el sitio web de la institución.
El proyecto tiene estimado, en una primera etapa, beneficiar a 14,970 familias rurales pobres en provincias del suroeste y noroeste como Elías Piña, Independencia, Pedernales, Barahona, Azua, Bahoruco, San Juan, Dajabón y Santiago Rodríguez, además de Monte Plata.
Se espera que al menos el 40 % de estas familias deben estar dirigidas por mujeres y el 30 % por jóvenes.