La actriz española Paz Vega anunció en Cannes que comenzará a rodar la próxima semana su debut como directora, «Rita», una película que sigue la historia de una niña que quiere ir a la playa en la Sevilla de los ochenta, en una España que solo piensa en la Eurocopa de fútbol.
«Hace como unos seis años empecé a sentir como una necesidad imperiosa de empezar a hacer algo, sobre todo de ponerme detrás de la cámara», compartió en un encuentro con la prensa en el Mercado del Cine del Festival de Cannes, donde España es este año el país invitado de honor.
Tras cinco años de trabajo desde la primera síntesis de cinco páginas que escribió -y que solo se atrevió a presentar a sus futuros productores «lanzándose» en una fiesta de los Goya-, el sueño de la actriz que vio catapultada su carrera con «Lucía y el sexo» (2001) empezará a materializarse el próximo jueves, con un elenco en el que los protagonistas son sobre todo niños, encabezados por Sofía Alebuz.
«¡Ah, bueno, se me olvidaba! Yo también tengo un papel, la madre», comenta entre risas tras haber enumerado a los periodistas a casi todo el reparto, que también incluye al actor Roberto Álamo.
Con esta oportunidad, dice Vega, va a empezar a hacer lo que, en realidad, ella ya venía haciendo internamente, «en secreto, en silencio, cuando estaba en el set» y tenía que adaptarse a las órdenes de otros para contar historias.
«Como he tenido siempre esa curiosidad, ahora que tengo la sartén por el mango estoy feliz», sentencia la intérprete de 47 años.
En «Rita», un proyecto pequeño con estreno previsto para 2024 y apoyo de la Junta de Andalucía, Vega contará una historia que, aunque no es autobiográfica, si está ambientada en las cosas que ella conoce y que también espera resuenen con toda su generación.
La protagonista, Rita, de 7 años, y su hermano, Lolo, de 6, son hijos de una familia obrera de «una Sevilla anterior a la expo». Concretamente transcurrre en el verano de 1984, se estaba jugando la Eurocopa y España estaba en cuartos de final, así que «el país estaba revolucionado», en palabras de Vega.
«Pero para Rita -dijo- su única ilusión, su único deseo, es poder ir a la playa».
La historia, que define como costumbrista y nostálgica, retrata la Sevilla que ella ha vivido en su infancia, en una época que siente que era más «cinematográfica» que los tiempos actuales.
«Ahora rompes una historia de amor por Whatsapp, ¿donde está lo bonito?», se preguntó.
Su idea es que esta aventura no se quede solo «en una anécdota» -y, de hecho, ya está escribiendo lo que espera que sea su segundo largometraje-, pero no va a dejar de lado su carrera como actriz ni otra gran aspiración personal, la de producir.
«Yo tengo que dar de comer a tres adolescentes que comen mucho, no puedo esperar cinco años, entre medio hay que hacer películas», bromeó.
¿Y por qué Rita? Simplemente porque es un nombre que a Vega le gusta, según dijo: «si hubiera tenido otra hija le hubiera puesto Rita, quizás esta es la hija que no tuve».