Israel Montero logró reunir el dinero para comprar un aire acondicionado y sobrellevar el calor del verano sin imaginarse que tres años después todavía no lo vería encendido esperando que una brigada de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (Edesur) le fuera a conectar el servicio de electricidad de 240 voltios (conocida popularmente como 220).
El aparato perdió el año de garantía que le dieron en la tienda sin que sus dueños supieran si funcionaba o lo hayan usado por algún tiempo para comprobar que no trajo alguna falla de fábrica.
Igual que él, varias personas del sector Mata Hambre y del ensanche La Paz, Distrito Nacional, en pleno centro de la ciudad, tienen sus aires acondicionados nuevos instalados esperando por años a Edesur, luego de haber pagado las fianzas de hasta 3,000 pesos que cobra la empresa.
Su única opción es aceptar la conexión ilegal que le ofrecen algunos de los técnicos contratistas de Edesur por hasta 8,000 pesos.
Sori Margarita Martínez cuenta que los brigadistas le han ofrecido hacer una «conexión directa» por 5,000 y 7,000 mil pesos, algo que ella dice haber rechazado porque «si pasa algo» no tendría a quién reclamarle.
A otra vecina suya residente en la calle 3 del mismo sector, en la misma situación, le ofrecieron ponerle un cable desde el poste de luz a su casa por 8,000 pesos.
Ella esperaba la instalación de su primer contrato de electricidad y al ver que nunca llegó decidió ir a una oficina de Edesur y cancelarlo. Hoy comparte la corriente que recibe su padre con su contrato.
Su marido contó a Diario Libre que ya se decidió a vender el aire acondicionado y comprar uno que trabaje con 110 voltios, aunque para eso tenga que perder dinero. Igual hizo una vecina con la que no pudimos hablar porque no estaba en casa.
Varias personas afectadas dicen que en la oficina de Edesur de la calle Héroes de Luperón, en el sector Nuestra Señora de la Paz, les han asegurado que el problema es que no tienen paneles. También les han dicho que no hay medidor y a este redactor le dijeron que no había cable.
Los airados reclamos a Edesur por la frustración de Israel Montero terminaron en una conversación con una gerente que le prometió resolución en un mes, pero ya pasaron varios.
A Deysi Pérez la llamaron hace cuatro meses para decirle que ya había llegado el panel y que le iban a resolver. Hasta ayer no había visto nada más.
Su compresor, con la garantía ya vencida, permanece nuevo instalado en la parte de afuera de la pared de su habitación.
Extorsión
Edesur comenzó a atender los casos individuales reportados a Diario Libre. También informó a través de su departamento de Comunicación que “la información dada en la oficina de la Feria de que no tenemos materiales, posiblemente obedece a confusión”.
Respecto a los brigadistas, sugiró que todo podría tratarse de extorsión por parte de ellos.
«En ciertas ocasiones hemos dado con brigadistas contratistas irresponsables que usan el recurso de que no hay materiales, para extorsionar al cliente, hecho que es repudiado y sancionado por nuestra empresa enérgicamente, incluyendo una multa a la empresa responsable de ese contratista y su desvinculación de la empresa», respondió.
La empresa tiene pendiente precisar el origen de esta irregularidad en la zona e identificar la cantidad de clientes que podrían estar sufriendo la misma situación.