La visita de la misión del Artículo IV del FMI solía traer, hace unos años, cierta agitación en los círculos económicos y políticos. Hoy se reporta a posteriori y la curiosidad queda bastante diluida.
En el informe servido en nota de prensa por el propio Banco Central se cita “la moderación de la demanda interna y el deterioro del entorno internacional en un contexto de mayor incertidumbre.” Esto debería generar preocupación, pues entramos en el terreno de un pesimismo especulativo. Las noticias en el entorno del empleo son ligeramente más optimistas, habiéndose superado el número de puestos de trabajo con respecto al año anterior a la pandemia. Sigue pendiente la reforma del Código.
La inflación, ese factor tan desestabilizante de la economía familiar, se fijó en algo más de un 5 % en el mes de abril, encadenando unos meses que han presionado fuertemente unos sueldos ya de por sí deprimidos.
Buenas noticias de Turismo e inversión extranjera que siguen impulsando una economía que se destaca en el entorno continental de manera notoria y muy favorable.